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Viernes, 25 de julio de 2008

LUX VA > DE SAN TELMO A BARRIO NORTE

No sólo de baguette vive una Lux

Ciertos sonidos internos que pedían paz para el cuerpo obligaron a nuestrx cronista a lanzarse en busca de quien le pague la comida; encontró, pero la gratitud no alcanzó para soportar el cantobar de que gozaron sus mecenas.

Soy una persona sensible. Con mis excesos y mis bemoles, sensible como una cuerda de violín. ¿Cómo podría entonces calmar mi alma de violín una noche de viento y lluvia como la del domingo que pasó? Adentro no, adentro de mi cuarto el aire silbaba como canto de sirena: “A la calle, Lux, piloto y a la calle”. ¿Piloto? ¿Piloto de aerolínea otra vez embanderada o comandante de a bordo a lo Guido Süller con boquita composé en colágeno inflamado? No hubo sirena que respondiera, ni falta que me hacía. Vestime, ajusteme la peluca —cosas del viento— y a la calle, derechitx y sin silbar, que para eso están los tacheros que siempre gustan y jamás se privan. Qué noche. Los objetos se rebelaban, a falta del silbido de caños me entró una gula proviniendo del fondo de mí mismx: la panza me hablaba. “No sólo de baguettes se alimenta la sensibilidad, Lux.” Es que mi estómago es así, rebuscado para el mensaje; hace honor a quien lo posee. Y entonces fui. Fui en camino a Inside Resto, un lugar al que le dicen friendly. Mi estómago explica que eso es lo mismo que amistoso para cualquierx. Cualquiera con billetera, le retruqué sólo para que entienda la tripa que la rima no es su potestad. Pero estando en San Telmo eso no puede ser un obstáculo, abunda la gringada con bolsillo generoso o falto de calculadora para entender el cambio. En Plaza Dorrego lxs vi. El pie del rubito prometía. El de ella, también. Valor, Lux, que tía Enriqueta te guíe por los insondables caminos del inglés. “Guon tu fac?” ¿Qué pasa? ¿No era así? Pciencia y acción: agarré la cabeza de uno para que escuchara el reclamo de la tripa... ¡y el gringo pensó que le convidaba tripa!

No me pregunten cómo, ni por qué, pero nos entendimos. Comimos mal rodeadxs de streapers y el hambre cambió de dirección.

Los llevé a Sitges. Habrán sido las ganas de un poco de calor mediterráneo. Pero adentro, frío, frío. ¿Qué fue de la gloria de este sitio? ¿Del curita que servía los tragos? En serio, yo lo conocí después de que se hizo fotos con sotana en una revista de contactos. De licencia, dijo otro mozo sin dar más detalles de la pincelada telúrica que había propuesto para mis amigxs turists. En el escenario, el canto-bar... ¿qué les pasa a los putos que se les da por ser estrellas los domingos a la noche? Parecía una fiesta de egresadxs eso, todos igualitos, los chiquitos en escena cantando “YMCA” con la misma gracia que un oso de peluche. Los gringxs, igual, felices. Ya preparaban una de Sinatra cuando decidí volver al frío de la noche. Mejor abrigada y en la calle que con el escote al viento en un canto-bar. ¡Ay, no tengo dollars para el taxi! En fin: tengo tripa y, a veces, sirve de pasaporte.

Inside Resto, Bartolomé Mitre 1572, martes a domingo desde las 22.

Sitges, Córdoba 4119, jueves a domingo desde las 22.30. Domingo, canto-bar desde las 23.

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