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Viernes, 10 de abril de 2015

BDSM ILUSTRADO

Bondage de ferretería

 Por Pablo Pérez

La primera vez que fui a la ferretería a comprar cuerdas, precintos y cinta adhesiva plateada para una sesión de bondage con un esclavo, sentía que iba a ser descubierto por el ferretero y en las cuadras que caminé hasta el local iba lucubrando argumentos en el caso que fuera necesaria una justificación. Las necesito para una obra de teatro, podía decirle, porque eso me daba pie para consultar, por ejemplo, cuál cuerda era la más suave para atar a una persona sin lastimarla. En esa época no era tan fácil encontrar información en la web. Ahora, por ejemplo, estoy mirando el blog Vivencias BDSM en Guadalajara (http://vivenciasbdsmgdl.blogspot.com.ar/search/label/bondage), de Carla Regina López Ruelas, donde además de una importante lista de recomendaciones que quienes quieran dedicarse al bondage deben conocer (tener a mano unas tijeras en caso de emergencia, o evitar nudos corredizos y ataduras alrededor del cuello, verificar que las ataduras no estén cortando la circulación sanguínea, estar siempre atentos a la persona atada) se mencionan las ventajas y desventajas de los distintos tipos de cuerdas: las de cáñamo y las de yute son más rasposas pero más efectivas para la firmeza de las ataduras, las de nylon son un poco más suaves pero los nudos son menos firmes y se deslizan, las de algodón son las preferidas, aunque se advierte que no es recomendable usarlas para suspensiones porque son más pasibles de deshilacharse y romperse.

Una de las pocas escenas de Las 50 sombras de Grey que me provocaron cierto morbo es cuando él va a la ferretería donde trabaja ella. Compra cuerdas, precintos y duct tape, y ella le dice: “Ya está listo para ser un asesino serial”. Igual que yo con mi ferretero.

Los precintos son mi caballito de batalla. Como no soy bueno haciendo nudos, los uso mucho. Es muy difícil que se rompan, pero hay que considerar que pueden ser algo cortantes, por lo tanto no deben ajustarse demasiado ni soportar el peso de todo el cuerpo, como por ejemplo al inmovilizar a una persona parada con las manos atadas a una barra por encima de su cabeza. En cambio son ideales para inmovilizar manos y pies de una persona sentada en una silla o en una cama.

La duct tape es una cinta adhesiva con entramado de tela. Hay de varios colores (yo prefiero las plateadas) y son muy utilizadas para amordazar e inmovilizar. Hay que evitar aplicarla sobre piel sensible, como los testículos, y tener en cuenta que si se usa sobre vello o pelo, al retirarla los arranca y será muy doloroso.

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