A principios del siglo XX se grabaron las primeras canciones sobre París. Eran las de Aristide Bruant, el primer millonario de la canción, cuyos temas sobrevivieron más de un siglo y todavía hoy son cantados por artistas como Renaud. Uno de los más famosos es “Nini peau d’chien” (Nini piel de perro), que hasta fue versionado en las aventuras de Astérix (donde se transformó en “Nini piel de jabalí”). Bruant cantó muchos años en el Chat Noir, un cabaret de Montmartre, ya convertido en una atracción que se iba a ver desde toda Francia. Sus canciones retratan a los marginales y los pobres de la capital, el inframundo que los más ricos sólo conocerán a través de aquellas canciones. “Rue St. Vincent”; “A Batignolles”, “A la Bastoche”, “A Montparnasse” son temas que unen retratos de personas y de barrios parisienses, a modo de postales de fines del siglo XIX y principios del XX. En aquellos tiempos, los “apaches” reinaban sobre la vida nocturna: este término era en su origen el nombre de una pandilla de Belleville, pero pasó a designar a todos los que vivían fuera de la ley y usaban el mismo argot que Bruant en sus canciones. El tema atravesó las épocas y fue cantado de nuevo hace poco por Renaud, quien revivió los retratos de personajes marginales en su música tal como lo hizo Bruant casi un siglo antes.