De acuerdo a la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, en inglés), en el último trimestre de 2008 otras 146.000 personas se quedaron sin trabajo, en tanto que el número de personas que cobra ahora el seguro de desempleo ascendió a 1,23 millones.

Simultáneamente, crecen las protestas xenófobas en distintos puntos del país por la contratación de trabajadores extranjeros, señala un cable de la agencia Ansa.

Las cifras informadas hoy demuestran el fuerte debilitamiento de la economía británica, que a fin del año pasado entró en recesión.

Por su parte, el primer ministro británico, Gordon Brown, tiene previsto reunirse hoy con empresarios y directores de compañías, para discutir medidas contra la desocupación.

Representantes de las firmas Sainsbury's, Royal Mail, Whitbread, Centrica, National Express y Travelodge se reunirán con Brown en la residencia oficial de Downing Street, en Londres, para la primera Cumbre Nacional por el Empleo.

Las firmas, que también incluyen al Servicio Nacional de Salud, acordarán publicitar todos los puestos no especializados a través de la red de empleo y ofrecer más capacitaciones.

En tanto, un estudio del sindicato TUC indicó que aunque el desempleo en Gran Bretaña es más bajo que en Europa, se está incrementando al doble de velocidad que en el resto del bloque.

En ese sentido, el secretario general del gremio, Brendan Barber, afirmó que el país comenzó la recesión global con una posición laboral relativamente fuerte; "pero nuestra ventaja está comenzando a desaparecer a medida que se suman los despidos", admitió.

Por el rechazo a la contratación de extranjeras hubo diversas manifestaciones frente a las estaciones energéticas en Nottinghamshire (centro de Inglaterra) y en la Isla de Grain, en Kent, sur del país.

Los sindicatos afirmaron que cientos de contratos laborales son otorgados a extranjeros, aunque el operador Alstom rechazó esas acusaciones.

Los empleados de la refinería de Lindsey, en Lincolnshire, regresaron a sus trabajos luego de manifestar por más de una semana en repudio por el empleo de extranjeros en dicha instalación.

La protesta se propagó rápidamente a otras empresas del país, que registraban las mismas condiciones, pero se fue morigerando tras el acuerdo alcanzado con trabajadores de centrales nucleares.