Mientras se desarrollaba la ceremonia, centenares de cubanos y turistas se congregaron con banderas estadounidenses y cubanas en las afueras del edificio. Hubo aplausos. Durante su discurso, Kerry habló de una "democracia genuina" en la que se pueda "elegir libremente a los gobernantes" y agregó: "Nuestras políticas del pasado no han conducido a una transición democrática aquí en Cuba. Sería poco realista esperar que la normalización de relaciones tenga un impacto transformador en el corto plazo".

Con la bandera de uno y otro país flameando en las embajadas reabiertas en ambas capitales, Cuba y Estados Unidos pusieron otro hito en su nueva era de relaciones iniciada el 17 de diciembre del año pasado y formalizada el 20 de julio pasado, tras 54 años de ruptura diplomática.

Esta mañana, frente al Malecón, los tres marines que arriaron en 1961 la bandera estadounidense en la embajada de La Habana fueron los encargados de entregar otra similar a Kerry, el primer secretario de Estado que visita la isla en 70 años.

"Los invito en nombre del presidente Obama y el pueblo norteamericano para cumplir su compromiso presentando la bandera de las barras y las estrellas para ser izada", dijo a los infantes de marina y a continuación se escuchó el himno estadounidense en la isla.

Después del acto, Kerry se reunió con su par Rodríguez. Antes -y por separado- lo había hecho durante diez minutos con el cardenal cubano Jaime Ortega.