Aunque la participación de los trabajadores en el paro disminuyó desde el inicio del mismo, nuevamente se produjeron perturbaciones en el tráfico del país galo, indicó la agencia de noticias DPA.

Ayer, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó que no cederá y no dará marcha atrás en la reforma del sistema previsional que generaron la resistencia de los trabajadores.

En su primera referencia pública al paro, el presidente ratificó su propósito en llevar adelante las "reformas" que Francia "necesita para responder a los desafíos que el mundo le impone".

"Hay que saber terminar el paro cuando se abre el tiempo del debate", dijo Sarkozy, quien remarcó que debe prevalecer "el espíritu de la negociación sobre el del choque".

Ayer, además de los trabajadores de los medios de transporte, se sumaron a la protesta el 65 por ciento de los docentes, lo que provocó el cierre de jardines de infantes y escuelas, mientras que la mitad de la universidades quedó bloqueada por los estudiantes que se oponen a una modificación del sistema de autonomía.

Por otra parte, el número dos de la compañía pública ferroviaria francesa, Guillaume Pepy, denunció hoy que "varios actos (de sabotaje) han tenido lugar al mismo tiempo en la red de alta velocidad".

"Estamos ante un sabotaje coordinado de las instalaciones que intentan impedir el restablecimiento del tráfico", afirmó Pety en declaraciones radiales reproducidas por el sitio web del diario español El País.