El cielo de la ciudad de Buenos Aires no pudo estar mejor. No había una sola nube en el horizonte, por lo que durante la noche se pudo observar sin inconvenientes una fulgurante “luna azul” o “Blue Moon” que, en rigor, no tiene nada de azul. Pero es que los científicos de la NASA denominaron así al fenómeno de contar con dos lunas llenas en un mismo mes. Esto suele ocurrir, en promedio, cada dos años y medio y este octubre con su fresca primavera no defraudó. La luna se pudo disfrutar bien, blanca y hermosa como siempre, aunque no tanto como la luna tucumana.