Daniel Divinsky no inventó los recopilatorios de humor gráfico. Los perfeccionó. Tampoco inventó la historieta argentina, pero sin dudas la engrandeció.
El notable autor es una suerte de Woody Allen maledetto que cuenta y cuestiona su historia en el marco de la Historia.
Un par de números de la historieta dibujados por el autor de Sereno estarán ambientados en Buenos Aires.
El libro, creado en coautoría con John Berger, ofrece reflexiones sobre el humo como evocación nostáligca y como metáfora de las mentiras de los poderosos.
El relato, que nació como manga, luego sería una de las tantas películas consagratorias del fundador del Estudio Ghibli .