A partir de la acusación propuesta por la fiscal subrogante Paula Gallo el juez federal de Garantías de Salta, Julio Bavio, dio por formalizada la investigación penal contra dos hombres y una mujer a quienes consideró coautores del delito de "transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes"

Durante la audiencia, celebrada el viernes pasado, el magistrado ordenó también la detención de los dos hombres y de la mujer, cuyas identidades no pudieron ser acreditadas fehacientemente debido a la falta de precisión de las tres personas respecto a sus datos personales.

Al presentar el caso, la fiscal Gallo explicó que estas tres personas fueron sorprendidas el 18 de julio pasado por un móvil de la División Rural de la Policía de Salta, que se encontraba en ese momento realizando un recorrido preventivo por denuncias de abigeato en la ruta provincial 41, que une al departamento Rivadavia con Anta. Por ese camino de tierra y en sentido norte a sur, los policías vieron circular una motocicleta seguida por un automóvil blanco marca Chevrolet Onix. Al ver al patrullero, los conductores de ambos vehículos hicieron un giro en “U” e iniciaron la fuga.

Debido a que se trataba de un camino de tierra, en mdio de la polvareda levantada, los policías alcanzaron a ver que la moto se desvió y que el auto siguió, por lo que mantuvieron la persecución hasta que metros más adelante encontraron el vehículo sin ocupantes y sin la llave de arranque. Una revisión rápida les permitió comprobar que los ocupantes habían huido hacia el monte, de densa vegetación en esa zona. Tras pedir apoyo al área de Drogas Peligrosas y ya con intervención judicial, el auto fue requisado en la base operativa de la localidad de Joaquín V. González.

Gallo explicó en la audiencia que en el asiento trasero del vehículo se hallaron 49 paquetes que contenían 100,2 kilos de marihuana. En ese procedimiento, se incautó también documentación vehicular, tanto del auto abandonado como seguros de otros dos, lo que permitió establecer que la patente había sido cambiada y que el auto registraba pedido de secuestro por denuncia por robo.

Siguiendo con la búsqueda en la zona, los policías entrevistaron al día siguiente a un puestero que había visto a cuatro personas que caminaban con una moto. A partir de esta información, en la misma ruta 41, unos 10 kilómetros al sur, dieron con las huellas de una motocicleta y siguiéndolas encontraron a las personas ahora imputadas, uno de ellos intentó resistirse pero también fue detenido. 

La fiscal resaltó que uno de los involucrado tenía en su poder la llave del automóvil abandonado. Por su parte, la mujer implicada (quien se encontraba junto con un niño de dos años) tenía más documentación relacionada a la causa y dos gramos de cocaína. Por este último hecho, el MPF planteó que, en su caso, la acusación incluya la tenencia de estupefaciente para consumo personal.

Al momento de requerir la acusación y la prisión preventiva, la fiscala Gallo hizo foco en el riesgo de fuga y de entorpecimiento de la causa en el que podrían incurrir las personas acusadas y destacó la gravedad del hecho, dada la cantidad de droga que transportaban, el daño en abstracto a la salud pública y la logística puesta de manifiesto, con uno de ellos en motocicleta, a modo de "coche puntero”.

En la audiencia, la defensa había pedido la libertad de sus clientes. En el caso de la mujer, de manera subsidiaria, había planteado el arresto domiciliario, medida que el juez dispuso como viable solo cuando se establezca de manera real su lugar de arraigo. Al momento de dictar la prisión preventiva, Bavio autorizó una serie de peritajes solicitados por la fiscalía respecto a los teléfonos secuestrados y a otras medidas destinadas a establecer si existen vínculos de los acusados con el robo del auto.