DEPORTES › EL EX NúMERO UNO DEL MUNDO RAFAEL NADAL DEBUTó EN EL DOBLES

Le puso una cuota extra de talento

El ATP 250 de Buenos Aires vivió ayer una jornada especial con el regreso del español, el mejor sobre polvo de ladrillo de todos los tiempos, que se presentó en pareja con Mónaco. En singles debutará hoy, desde las 21, frente a Argüello.

 Por Facundo Martínez

Difícilmente un partido de dobles del ATP de Buenos Aires concentre la atención del público como lo hizo ayer, en el primer encuentro de la sección nocturna, en el que el ex número uno y máxima atracción de la presente edición del ATP de Buenos Aires, el español Rafael Nadal, en pareja con su amigo Juan Mónaco, le ganaron 4-6, 7-5, 10-7 a la dupla de checos conformada por Frantisek Cermak y Jiri Vesely.

Los aplausos del público fueron para ellos dos. Y, entre ambos, el español se llevó además el reconocimiento y la admiración de las más de 2500 personas presentes en el estadio Billoch Caride del coqueto Buenos Aires Lawn Tennis Club. La presencia de Nadal en el torneo porteño, que había jugado en 2005, se venía retrasando. Durante todo ese tiempo, Nadal se confirmó como el mejor jugador sobre polvo de ladrillo de la historia. Estuvo cerca de volver el año pasado, pero unos problemas en su espalda terminaron alejándolo. Esta vez no falló. Y para mostrar su compromiso con Buenos Aires redobló la apuesta presentándose en los dos cuadros del torneo.

Su debut en singles será hoy, a las 21, por los octavos de final frente al cordobés Facundo Argüello, quien accedió al cuadro principal desde la clasificación y ayer derrotó al español Albert Montañés (ver aparte). Cierto es que no es lo mismo ver a Nadal jugando dobles que singles, donde impone toda su jerarquía. Quizá por eso a la dupla iberoamericana le costó el trámite contra los grandotes y buenos sacadores checos, a los que al principio todo parecía salirles bien y, tras quebrar el servicio de Mónaco en el decimoprimer juego, se llevaron el parcial por 6-4.

No hubiera sido bueno que la dupla estelar se quedara afuera tan rápido. Así lo entendió el público, que comenzó a alentar y a levantar el clima del estadio. La reacción llegó inmediatamente. En el arranque de la segunda manga, Nadal y Mónaco lograron un quiebre en el tercer juego y se pusieron 3-1 arriba. Las emociones iban a llegar todas juntas, sobre todo después de que los campeones checos de Copa Davis se recuperaran con quiebres en el sexto y octavo juego para ponerse 5-3 arriba.

Entonces, el aliento del público pasó a ser determinante. Desde la popular arrancaron los gritos y los aplausos, que luego se multiplicaron. La pareja favorita volvió a levantar vuelo y, a puro bombazo, dio vuelta el trámite con otros dos quiebres, en el noveno y decimoprimer juego, para cerrar el set 7-5. Y, finalmente, llevarse el partido 10-7 en la definición.

Nadal reconoció el apoyo. Primero pidió perdón por su faltazo del año pasado y luego explicó: “Estoy motivado para hacer un buen torneo y jugar frente a un público que entiende y sabe de tenis. Estuvimos muy cerquita de perder, y todos nos ayudaron en un momento complicado”. Por último, el actual número 4 del mundo habló sobre su relación con Mónaco. “Jugar con Pico, uno de mis mejores amigos del circuito, es para mí especial”, sentenció el ganador de 14 títulos de Grand Slam.

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Nadal y el tandilense Juan Mónaco atraparon todas las miradas en la jornada de ayer.
Imagen: Alejandro Leiva
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