ECONOMíA › ARGENTINA RECLAMó MAYOR ATENCIóN AL EMPLEO EN LAS POLíTICAS DE RESPUESTA A LA CRISIS

El acento puesto en la inclusión social

El ministro Carlos Tomada participó en Francia de una reunión con pares de los gobiernos que integran el G-20. “No podemos abandonar la lucha por la inclusión social”, reclamó, en una crítica a las políticas de ajuste orientadas por los países centrales.

“No podemos abandonar la lucha por la inclusión social”, recalcó ayer el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, durante su discurso en París, Francia, ante los representantes del área laboral de las naciones que conforman el G-20. El funcionario instó a sus pares a “poner el acento en la economía real, en la producción y el trabajo”. Las políticas implementadas por los países centrales a partir de la crisis financiera internacional estuvieron focalizadas en rescatar al sector bancario, lo que produjo un aumento significativo en sus tasas de desempleo. “Hay evidencia creciente de que la exclusión de tanta gente de las oportunidades de trabajo y bienestar amenaza a la paz y seguridad del orden mundial”, señaló el ministro. Tomada propuso entonces que “todas esas medidas de política macroeconómica incluyan una estimación taxativa de su impacto, directo e indirecto, en el nivel de empleo”. Al pedido de focalizarse en el empleo se sumaron también los representantes de Brasil y Sudáfrica.

El encuentro, que se extenderá hasta hoy, tiene lugar tras las reuniones de ministros de Economía, Asuntos Exteriores y Agricultura que se realizaron con anterioridad en Buenos Aires y Estambul y poco antes de la Cumbre de Jefes de Estado que se desarrollará el 3 y 4 de noviembre en Cannes, Francia. El convite tuvo como eje la crisis y la necesidad de impulsar la protección social, el fomento del empleo, el trabajo decente y la coordinación de políticas públicas. Es una suerte de advertencia a las economías desarrolladas por no haber tenido en cuenta estos puntos a la hora de definir sus estrategias frente a la crisis.

Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el desempleo global este año será de 6,1 por ciento, lo que equivale a decir que 203,3 millones de personas quedarán fuera del sistema. Además, señala que 55 por ciento de aumento en la desocupación entre 2007 y 2010 es explicada por economías desarrolladas y el resto de la Unión Europea. “Por un momento, pero sólo por un momento, pareció que en el G-20 estábamos a la altura de las circunstancias y del reclamo por soluciones inclusivas”, señaló Tomada en su alocución. Los pronósticos de desempleo para los países del G-20 a causa de la crisis podría alcanzar a 40 millones de personas, el doble que hasta ahora. “La crisis provocó efectos devastadores sobre el mercado de trabajo, con 30 millones de desempleados suplementarios en menos de dos años. El G-20 no mantendrá su legitimidad si no logra demostrar su eficacia a favor del crecimiento y el empleo”, sentenció el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en el mismo encuentro que se desarrolló en los Palacio del Elíseo.

En un breve discurso, el ministro Tomada dijo que algunas naciones integrantes del foro lograron “coordinar paquetes de impulso fiscal y monetario expansivos que limitaron la reducción del empleo, que hubiera sido mayor si no se aplicaban”. El Grupo de los 20 se reunió por primera vez a nivel presidencial en octubre de 2008, durante la primera fase de la crisis internacional. La segunda, en abril de 2009, estuvo destinada a tratar los temas de empleo. En esta última reunión, la presidenta Cristina Fernández y su entonces par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se opusieron enérgicamente a la iniciativa de algunos países para incluir la flexibilidad laboral como método para combatir la crisis. Estas medidas de ajuste son ahora nuevamente recetadas por los organismos multilaterales de crédito para achicar los déficits y recuperar la estabilidad de los países europeos en problemas.

Por la mañana, previo a su disertación, Tomada se reunió con la secretaria general de la Confederación Sindical Internacional (CSI), Sharan Burrow, quien destacó el liderazgo de la presidenta argentina. Burrow calificó al país como “un país amigo de los trabajadores”. En Argentina, el arribo de la crisis pudo sortearse con relativo éxito gracias a los programas de impulso al consumo y de subsidio de salarios para evitar la destrucción de puestos de trabajo. “La presidenta Cristina Fernández de Kirchner es una líder inteligente que comprende la génesis de la crisis mundial”, le transmitió al ministro Tomada.

Burrow encabezó además una serie de encuentros. A uno de ellos asistieron Daniel Funes de Rioja, vicepresidente ejecutivo de la Organización Internacional de Empleadores (OIE) y dirigente de la UIA, y Rubén Cortina, de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra). “Los sindicatos expusieron su preocupación respecto del trabajo, mientras que los empresarios pidieron rebajas de costo, flexibilidad laboral y capacitación. Estuvimos de acuerdo en trabajar en la formación y capacitación de los trabajadores”, relató el ministro Tomada. “No obstante, la discusión más importante de estos encuentros es saber si el empleo es la prioridad o no”, reiteró el titular de la cartera laboral.

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Carlos Tomada en París: “La exclusión social es una amenaza a la paz y la seguridad del orden mundial”.
Imagen: Télam
 
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