La cena que ofreció el primer ministro inglés, Gordon Brown, a los presidentes del G-20 resultó una oportunidad para Cristina Fernández de Kirchner para dialogar con su par estadounidense, Barack Obama, y también con su esposa Michelle. “Me parecieron personas muy cálidas, muy próximas. Me impresionaron su calidez y el interés que demostró (Obama) por nuestro país”, describió la Presidenta. Cuando le preguntaron cómo le había ido con la reina Isabel II fue mucho más escueta. “Estuvo bien”, balbuceó.

Obama y su esposa son las estrellas del G-20. Cristina volverá a estar con el primero en la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago. En Londres, la prioridad fue reforzar el lazo Sur-Sur. La Presidenta mantendrá hoy reuniones bilaterales con sus pares de China, Hu Jintao –hablarán del swap cambiario que acaban de firmar los presidentes de los bancos centrales de ambos países por el equivalente a 10.200 millones de dólares–, de Australia, Rudd Kevin; de Sudáfrica, Kgalema Motlanthe, y de Brasil, Lula Da Silva. Con Australia, Argentina trabaja en conjunto para preservar el espacio del G-20, contra la intención de algunas potencias de reducirlo a 14 miembros.