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La resolución del juicio político a la Corte Suprema está cada día más cerca. Todo indica que la definición será como espera y exige el gobierno de Eduardo Duhalde: la impunidad a los supremos. Hoy a las 11.30 los diputados justicialistas volverán a estar sentados en sus bancas durante la sesión especial que solicitaron. Seguramente no tendrán éxito, pero esto no será considerado un fracaso. En los mentideros de la Cámara baja se especula con que –con el guiño de los radicales– durante la sesión ordinaria de esta tarde el oficialismo conseguirá la preferencia de tratamiento para la próxima semana.
El tema de la Corte fue ampliamente discutido durante el almuerzo que Duhalde mantuvo con la conducción del bloque de diputados del PJ ayer al mediodía. Una quincena de legisladores compartieron bife de lomo con ensalada y entre bocado y bocado el juicio político a los supremos se fue debatiendo. El más ferviente defensor de una rápida definición del caso fue el ministro de Economía Roberto Lavagna, quien les repitió un viejo argumento: “No se puede seguir con esta situación. Se nos va plata por todos lados, por el goteo, por la restitución del 13 por ciento. Es preciso darle un corte cuanto antes”.
Todos los presentes coincidieron con la lectura del funcionario pero al mismo tiempo le recordaron que sería conveniente que el Gobierno emitiera algunas “señales” sobre la necesidad de terminar con este tema. El Presidente se comprometió a emitir durante la semana dichas “señales” sobre la necesidad de ponerle punto final al caso de la Corte a través de la necesidad de restituir la seguridad jurídica, la previsibilidad y estabilidad de los poderes de la república. Trascendió que estas “señales”, como indicó uno de los comensales, no estarán a cargo de Duhalde sino de los integrantes del gabinete.
Incinerados
Los diputados también le aclararon al Presidente que no quieren ser ellos los únicos que “nos incineremos” con el rechazo del dictamen acusatorio. La compañía que requieren para este polémica definición es la de los radicales. Para esto le pidieron al Gobierno que apresurara sus negociaciones con los gobernadores de ese partido. Algunos mandatarios ya emitieron opinión al respecto. Los gobernadores de Roberto Iglesias de Mendoza, Pablo Verani de Río Negro, Oscar Castillo de Catamarca y José Lizurume de Chubut ya se expresaron a favor del rechazo al juicio.
Esas definiciones han comenzado a surtir efecto. Ayer, el titular el bloque radical, Horacio Pernasetti, fue tajante al señalar que no darán quórum para la sesión especial de la mañana y dejó entrever como factible que se sienten en sus bancas durante la sesión ordinaria de la tarde. Es justamente en esa donde el justicialismo especula con el pedido de una preferencia para el tratamiento del juicio a la Corte en la reunión de la próxima semana.
Anoche, y al cierre de esta edición, los radicales mantenían una larga y farragosa reunión en el Comité Nacional del partido. La situación de la Corte Suprema era el principal tema de debate. En ese encuentro la polémica estaba centrada en cuánto tiempo más se podía permanecer sin bajar al recinto y cuánto estaba afectando la seguridad jurídica y la previsibilidad. Dos temas que, casualmente, formaron parte del temario que discutieron los diputados justicialistas con Duhalde.
En el bloque del PJ están seguros de que los radicales terminarán aportando su gente, consideran que ya hay al menos 15 radicales convencidos de dar quórum y que en una semana más la UCR encontrará la razón para debatir por fin el juicio a la Corte. Un dato que manejan en el bloque oficialista es el resultado de los comicios del domingo pasado en Santiago del Estero: “Los radicales se dieron cuenta de que no estánmuertos. Le ganaron a Lilita (Carrió) y eso los envalentona, porque el ARI ya no es la amenaza”, dijeron.