Se acaba el tiempo, pero Sergio Massa prolongó el suspenso sobre su futuro político. El encuentro en Bella Vista con su tropa más fiel –legisladores nacionales, provinciales e intendentes– prevista para anoche, al cierre de esta edición, se mantenía en pie. Pero la conferencia de prensa convocada para hoy, donde el líder del Frente Renovador anunciaría si mantiene su candidatura presidencial o disputará la gobernación bonaerense con “boleta corta” y sin candidato presidencial, pasó para el miércoles al mediodía en el Museo de Arte de Tigre, apenas doce horas antes que venza el plazo para presentar alianzas y frentes electorales. Esas son las opciones que manejan los renovadores luego de que el macrismo –envalentonado en sus propias fuerzas– le cerró las puertas a un acuerdo electoral tras el fracaso de las gestiones por diversos canales, de las que participaron incluso empresarios.

Massa cumplió a rajatabla la hoja de ruta prevista para el fin de semana de “reflexión” sobre la decisión final que tomará sobre su futuro político. El sábado festejó en familia el cumpleaños de su hijo Tomás y el domingo utilizó su cuenta de Twitter para saludar en los periodistas en su día, pero ya las noticias sobre la posibilidad de forzar un acuerdo electoral con el PRO no eran alentadoras.

El viernes, en Mar del Plata, el Consejo Nacional del PRO se encargó de cerrarle las puertas. Allí, el gurú ecuatoriano de Macri, Jaime Duran Barba, exhibió encuestas y focus group para ratificar su propuesta de que Massa “no le suma nada” a la candidatura presidencial del alcalde porteño y su teoría de que si el renovador se baja a la provincia, la mayoría de su votos para las presidenciales irían a parar a Macri. El secretario general del gobierno porteño, Marcos Peña, en tanto, llamó a “resistir las presiones” del establishment para acordar con Massa. Macri bendijo las conclusiones del encuentro en el complejo Torres de Manantiales, propiedad del ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi.

La mención de Peña incluía las conversaciones que la esposa de Massa, Malena Galmarini, mantenía con poderosos amigos en común: el empresario petrolero Carlos Bulgheroni, el periodístico Julio Saguier y el operador judicial y presidente de Boca, Daniel “El Tano” Angelici. Otro negociador, el intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, terminó –según algunos macristas– recibiendo la oferta de acompañar a María Eugenia Vidal en la fórmula amarilla por la gobernación, que hasta ahora habría desechado.

Entre los invitados al cónclave massista de anoche en Bella Vista – consultados por Página/12– existía la certeza de que ya no habría acuerdo con el PRO, ni primarias presidenciales ni boleta compartida con Macri a la cabeza y Massa en la provincia. Tampoco un anuncio definitivo de Massa. “Seguramente escuchará nuestra opiniones, donde no hay una postura unánime”, afirmó uno de los dirigentes que sería de la partida. Entre los renovadores se dividen las opiniones, aunque existen dos posturas mayoritarias: que Massa mantenga su candidatura presidencial de cualquier manera y que vaya con “boleta corta” y sin candidato presidencial por la gobernación bonaerense.

Aunque reconocen que ambas tienen su riesgo. La primera por el endeble y casi nulo armado territorial a nivel nacional de su candidatura presidencial. La segunda, la dificultad de arrastrar una candidatura bonaerense sin un candidato nacional, en un distrito donde el corte de boleta es escaso. Pero todos confían en que “Sergio no se irá a su casa”.

La única certeza, ayer por la tarde era que la rueda de prensa para el esperado anuncio será el miércoles al mediodía y ya para no hoy, que desde el massismo le adjudicaron a las dificultades que ocasionaría el paro general. Y que por ese motivo, también suspendió el debate presidencial que ese día mantendría con el cordobés Juan Manuel de la Sota por un canal de noticias, que comunicó su postergación “para el miércoles 17 de junio”.