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Carlos Menem quiere ser senador. Y Adolfo Rodríguez Saá presidente del PJ. Ninguno lo dijo ayer sencillamente para no desviar la atención del encuentro y mantenerse ambos en un plano de horizontalidad. Pero las ambiciones de los nuevos socios del peronismo no parecen tener límites e indefectiblemente habrá un punto de choque: las presidenciales del 2007.
Para la senaduría de Menem se está armando una ingeniería. Hubo contactos con la Justicia Electoral de la provincia de Buenos Aires. El ex presidente dice haber fijado domicilio en la patria duhaldista cuando, ejerciendo su mandato, vivió por diez años en la Residencia de Olivos. Algunos hasta han mencionado su encierro en prisión en Don Torcuato para justificar su radicación en el distrito.
Sea como fuere, sería una mojada de oreja a la sociedad que integran Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde. Y complicaría aún más la interna peronista ya que tanto el Presidente como el titular del Mercosur quieren imponer a sus respectivas esposas como cabeza de lista de senadores.
El plan B de Menem sería presentarse como candidato a senador por La Rioja, aunque de esta manera complicaría la situación de su hermano Eduardo, quien debería cederle el lugar.
El Adolfo no tiene tapujos en decir que quiere presidir el PJ, amen de que en su entorno no se privan en decir que también podría aspirar a una senaduría. El ex gobernador es ambicioso y grandilocuente. Y así como alguna vez imaginó un magnicidio en su contra también sueña con presidir el país por mucho más que 7 días. Claro que ahí habrá que ver qué pasará con el acuerdo programático alcanzado con Menem. La pregunta que circulaba ayer era puro sentido común: si en el 2003 ninguno cedió su candidatura para acompañar al otro ¿por qué en el 2007 sucedería lo contrario?