Al cumplirse el quinto año de Jorge Bergoglio como papa, el presidente Mauricio Macri y la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo saludaron con contrastes marcados. “Se ha convertido indudablemente en un protagonista de nuestro tiempo, líder moral y espiritual inmensamente querido y admirado por millones de personas”, señaló Macri mientras que la senadora de Unidad Ciudadana lo describió como “el único liderazgo universal que alza su voz contra el neoliberalismo, un sistema que destruye vidas y descarta personas”. 

“Santo Padre, le hago llegar mis afectuosos saludos y mis sinceras felicitaciones al cumplirse el quinto aniversario de su papado”, reza el mensaje enviado por Macri para recordar a y felicitar al papa Francisco que cumplió cinco años desde que fuera elegido por sus pares en el Vaticano. El Gobierno mantiene una relación distante con Bergoglio. Cuando ocupó el arzobispado de Buenos Aires tenían más cercanía ante las posiciones duras de Bergoglio contra el kirchnerismo, pero al llegar a Roma el vínculo se enfrió rápidamente. “Quiero expresarle mi reconocimiento por la tarea que está llevando adelante y agradecerle por el legado que está dejando a toda la humanidad”, señaló el presidente argentino. 

En una carta, Cristina Kirchner contó su recuerdo de aquella fumata blanca en la plaza San Pedro. “Fue un día como hoy. Lo recuerdo perfectamente. Estaba haciéndome los rulos, y es literal. Por la mañana había trabajado en Olivos, en Jefatura de Gabinete, y ahora Maru –secador y cepillo en mano– me peinaba para ir a la Rosada”, señaló. La senadora de Unidad Ciudadana destacó que “mientras leía informes, encendí el televisor –me habían avisado que iban a anunciar el nuevo Papa–. En la pantalla aparece el inconfundible balcón del Vaticano y un cardenal muy viejito anuncia en latín: ‘Habemus Papa. Giorgio Marius Bergoglio’. Tomá mate con chocolate, pensé yo. Tenemos Papa. Es argentino. Y es Bergoglio”.

En otro tramo de su relato publicó la carta que le envió a Bergoglio felicitándolo por su nombramiento, carta con más protocolo que mostraba la relación respetuosa que mantenían a pesar de las diferencias. “Le expresé nuestro deseo de que su tarea pastoral fuera en pos de la justicia, la igualdad, la fraternidad y la paz”, señaló y agregó en el final que “a cinco años de su pontificado, Jorge Bergoglio –que ahora es Francisco y sonríe– ha construido, en un mundo monocorde, el único liderazgo universal que alza su voz contra el neoliberalismo, un sistema que destruye vidas y descarta personas. No es poca cosa”.