Luego de varias idas y vueltas por parte del oficialismo, la visita al Congreso del ministro de Finanzas, Luis Caputo, anunciada para ayer, se postergó a la próxima semana. “El Gobierno sigue mintiendo”, alertó el presidente del bloque de diputados nacionales del FpV-PJ, Agustín Rossi, luego de que el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, informara a último momento que la presentación del ministro de Finanzas no se llevaría a cabo. Caputo debe dar respuestas sobre el aumento de la deuda externa y explicar sus vínculos con sociedades offshore, en el marco de la investigación por la omisión en sus declaraciones juradas de cuentas radicadas en paraísos fiscales. Ahora tiene unos días más para preparar su entrenamiento.

La presencia de Caputo para esta semana había sido prometida por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, a los opositores el miércoles pasado, durante su presentación del informe ante la Cámara de Diputados. Allí ensayó la táctica de El arte de la guerra, de Sun Tzu, que sostiene que “como defensa, nada mejor que un buen ataque”: “corrupción no son las sociedades offshore, sino las sociedades de (José) López”, afirmó Peña. 

La explicación para el faltazo de Caputo que dieron desde el oficialismo es un formalismo. Señalaron que la Comisión Bicameral de Seguimiento y Control de la Gestión de Contratación y del Pago de la Deuda Externa no estaba aún conformada y que, por lo tanto, no se realizó la citación formal correspondiente. Horas más tarde, De Andreis anunció que la constitución de la comisión finalmente se llevaría a cabo hoy, aunque Caputo tampoco se presentaría.

La decisión de someter al ministro a una reunión acotada y con escasa posibilidad de pregunta, como la que se planteará en la bicameral integrada por nueve oficialistas y once opositores, fue el resultado de una estrategia diseñada por el Ejecutivo que logró evadir la interpelación en el recinto de la Cámara baja que habían reclamado el FpV-PJ y el massismo. Sin embargo, Caputo viene preparándose hace rato: ya se reunió con asesores del equipo de Discursos del Gobierno, en Casa Rosada, y tuvo un simulacro de cuestionario, mientras el equipo jurídico del oficialismo estudia su causa. “Habiéndonos enterado de que el ministro se estaba entrenando para venir al Congreso, ¿se habrá lesionado en el entrenamiento?”, ironizó ayer Rossi.

Los documentos de la Securities and Exchange Commision (comisión de valores de Estados Unidos), que fueron filtrados en la investigación Paradise Papers, pusieron a Caputo en el centro de la escena al revelar su papel como principal accionista, entre 2009 y 2025, de la firma Princess International Group, radicada en las Islas Caimán. A través de esta compañía, también era uno de los dueños de la offshore Affinis Partners II, que a su vez es dueña de Noctua Partners LLC, la gerenciadora de fondos de inversión radicada en Delaware y Miami. Entre 2016 y 2017, los fondos Alto Global inscriptos en las Islas Caimán multiplicaron sus bonos de la deuda argentina. Todos estos datos se omitieron en las declaraciones juradas del ministro, aunque fueron ratificados por las propias firmas. Sin embargo, los representantes del oficialismo se mantienen firmes: Peña continúa sosteniendo que Caputo “nunca incurrió en incompatibilidades” y ya dijo –en medio del escándalo y la renuncia del subsecretario general de la Presidencia Valentín Díaz Gilligan, quien ocultó más de un millón de dólares en una cuenta en Andorra– que lo “recontra banca”. 

En línea con el discurso oficial, De Andreis, se manifestó ayer “orgulloso de que (Caputo) haya dejado su actividad privada para dar una mano en un momento tan complejo”.