Javier Ibañez fue funcionario porteño en la Agencia Gubernamental de Control. Durante su paso por la función porteña, un video lo registro con un cinturón en la mano y en plena batalla contra barrabravas de Chacarita. Esa imagen no le valió la renuncia y tampoco el derrumbe del boliche Beara. Según él mismo contó, lo mandaron al Teatro Colón a combatir sindicalistas y luego al INTI a “impedir que corten la General Paz”. Pero no es lo único que hizo, según denunció ante el Poder Judicial Margarita Stolbizer. La dirigente, patrocinada por la abogada Silvina Martínez, encontró algunas cuestiones para que investigue la Justicia:

  •  El INTI desdobló una licitación para comprar cajas navideñas por más de mil pesos la caja. A la compulsa se presentaron un monotributista que puede facturar hasta 25 mil pesos por año, una jubilada que vende al por menor y la empresa ganadora, que hasta un mes antes vendía materiales de construcción. Productos e Insumos Andes SA no solo se cambió de rubro, sino que adivinó el precio exacto propuesto por el gerente de Recursos Humanos del INTI. Este funcionario hizo una segunda compra de cajas navideñas para otras 750 personas. Entre las dos compras superaba el tope de dos millones de pesos para contrataciones directas.
  •  Como parte de los festejos de los 60 años del INTI, gastaron medio millón de pesos en diversas obras de arte. Los gastos estuvieron a cargo de una de las 59 personas contratadas por Javier Ibañez, cuyo antecedente laboral es ser “personal shopper”. 
  •  Pese a tener un equipo de comunicación, contrataron por tres millones de pesos a la empresa Gowland Publicidad S.A. para hacer 5 videos.
  •  Gastaron tres millones de pesos en colocar señales viales nocturnas en un camino peatonal que se usa solo de día. 
  •  Le pagaron 14 millones de pesos a la empresa Kopar S.A., del empresario Pablo Aparo. Según estableció este diario, su abogado era Octavio Calderón, ex asesor del secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, y ex legislador del PRO. Pese a que fue contratada “por razones de urgencia” para construir un galpón e incumplió todos los pasos, la empresa Kopar pidió una redeterminación de precios de un millón y medio de pesos. Los técnicos del INTI que se opusieron figuran entre los despedidos. 
  •  Stolbizer sospecha que otra empresa contratada por el INTI, llamada Construcciones, Infraestructura y Servicios S.A., también pertenece a Aparo. “Hay empresas que se repiten en las contrataciones directas: Cafeli, Chalten Aislaciones, Operys, San Marino, entre otras”, indicó.