“BIENALSUR tiene como objetivo posicionar al territorio sur como epicentro de la acción en el atlas del arte mundial y subvertir así los parámetros esgrimidos entre países centrales versus periféricos”, explicó Aníbal Jozami, director general de BIENALSUR y rector de la UNTREF.  Así lo demostró su primera edición, que consiguió establecer un diálogo con otras universidades, museos e instituciones prestigiosas de numerosos países, así como un reparto diferente de saberes y competencias, a la vez que cuestionó las liturgias curatoriales e incitó a los artistas a producir obras en sitios que no son sus lugares de origen. Asimismo, al situarse a distancia de los mandatos del mercado, permitió detectar a artistas emergentes.

Igual que en el primer llamado, podrán presentarse curadores y artistas de cualquier nacionalidad, de manera individual o colectiva, cuyas propuestas busquen contribuir a pensar, problematizar o dar otras miradas, en el marco de las teorías contemporáneas del arte y la cultura.

Las expectativas son enormes dado que la primera edición mostró un evento cultural sin precedentes: durante 120 días se desarrollaron exposiciones, performances e intervenciones en los cinco continentes. Millones de personas disfrutaron y participaron de este hecho artístico que logró conectar de manera simultánea a 32 ciudades de los 16 países intervinientes: Argentina, Australia, Japón, Benín, España, Brasil, Francia, Paraguay, Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia, Guatemala, Perú, Uruguay y Venezuela. 

Diana Wechsler, directora artística académica de BIENALSUR, explicó: "No queríamos una estructura rígida de Bienal y pretendemos que siga esta idea móvil”.  Así, más del 95% de las obras que formaron parte de la Bienal fueron seleccionadas tras un intenso proceso que incluyó dos convocatorias internacionales abiertas con temáticas libres. Se recibieron más de 2500 propuestas que dialogan fuertemente tanto dentro como fuera del mundo del arte.

Con foco en la Ciudad de Buenos Aires, la primera edición de BIENALSUR se abrió hacia el mundo al recorrer una cartografía de 18.370 kilómetros. En la capital argentina se inauguraron más de 20 sedes, a las que se suman otras 80 en otras ciudades del mundo, además de exponerse unas 100 muestras que involucraron a más de 570 artistas y curadores. 

Marlise Ilhesca, asesora general de BIENALSUR, señaló la fortaleza de esta iniciativa: “Le permite a cada lugar rescatar y resaltar su identidad sin que se lo impongan de afuera, en el marco de un proyecto global”, para luego explicar que “el gran desafío de la Bienal es que no pierda la esencia de despertar el interés del gran público en el arte". La primera experiencia marcó el rumbo: desde Buenos Aires hasta Tokio, pasando por Rosario, Córdoba, Salta, San Juan, Tucumán, Montevideo, San Pablo, Lima, Asunción, Valparaíso, Bogotá, La Paz, Madrid, París y Benín, entre otros lugares, pudieron verse obras de artistas como Christian Boltanski, Pedro Cabrita Reis, Marie Orensanz, Charly Nijensohn, Vik Muniz, Cildo Meireles, Arnaud Cohen, Reza, Regina Silveira, Alexander Apóstol, Eugenia Calvo, Eduardo Basualdo y Maxim Holland, además de piezas de colecciones de importantes museos como el Reina Sofía de España o el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Ginebra.

Convocatoria abierta hasta el 30 de junio del 2018.

Ficha de inscripción y más información en www.bienalsur.org