Charlie Townsend de Los Angeles de Charlie (John Forsythe). “¡Buenos días, ángeles!”, decía cada mañana el hombre dedicado a encomendarles misiones imposibles a sus agentes. Sólo se conoció su voz por un intercomunicador y nunca se lo vio en pantalla. Era un detective retirado con miles de enemigos, un gentleman que manejaba su agencia sólo con su garganta siempre lista. Ni siquiera las actrices de la serie sabían quién era el encargado de decir esas líneas. Años después se supo que ese millonario de gola seductora era el patriarca de Dinastía. “Fue un secreto tan grande como Pearl Harbour”, diría el actor con el mérito de nunca haberse quedado afónico.