“Lo que sucede en el mercado cambiario no es novedoso: en Argentina las corridas son una realidad que forman parte del marco en el cual se desarrolla la política monetaria. Ahora bien, es importante contextualizar estas últimas corridas en un escenario donde el Banco Central modificó su opinión sobre las consecuencias inflacionarias de las depreciaciones. Los últimos comunicados de política monetaria expresan un reconocimiento explícito sobre este punto y una decisión de anclar el tipo de cambio para evitar mayores presiones inflacionarias. Y en este contexto, se produce una fuerte presión devaluatoria que pone en jaque todo el esquema. La novedad para las autoridades, pero que era esperable, es que el contexto de desregulación vigente implica que estas tensiones son más pronunciadas, lo que se convierte en si mismo en un factor adicional de incertidumbre e inestabilidad. Es decir, debilitar el marco regulatorio del sector externo limita las capacidades de intervención del BCRA, y por lo tanto, lo alejan del mandato de estabilidad que tiene la entidad. En el fondo, estas tensiones expresan las inconsistencias que se observan entre las dinámicas del sector externo, el entorno institucional de desregulación y un contexto internacional claramente menos favorable para los países emergentes como Argentina”.

* Economista ITE y Unpaz - Ex Director del BCRA.