El parto respetado avanza en Rosario con datos alentadores y una "notable baja" en las cesáreas. De los más de 1500 nacimientos registrados en las nuevas salas TPR (trabajo de parto y recuperación) del hospital Roque Sáenz Peña, en 10 meses, el 24 por ciento fue por cesárea, por recomendación médica. Ese porcentaje es de entre el 30 y 40 por ciento en la media nacional y llega al duplicarse en el sector privado. En tanto, el 95 por ciento de las mujeres decidió cómo parir; las cesáreas ya se hacen con acompañamiento y contacto "piel con piel", desde el primer momento. Los datos se desprenden de un informe que realizó la Secretaría de Salud Municipal, en la semana del parto humanizado que tiene como lema "Menos intervenciones, más cuidados". El secretario del área, Leonardo Caruana, celebró: "El índice de cesáreas sigue siendo bajo en relación con otros efectores y las características de cada parto es el respeto. Cuando hay perspectiva, se da una combinación entre la población que accede al servicio y los equipos que lo brindan".

Al conmemorar la semana del parto respetado, Caruana destacó los números de cesáreas del Roque en comparación con otros efectores, públicos y privados, y con el promedio nacional. "Hay que seguir monitoreando esta cuestión, pero en las maternidades el número alcanza el 30 por ciento, cuando nosotros tenemos el 24; y a nivel nacional es todavía más alto. Ni hablar el sector privado, donde las cifras son considerablemente mayores. Sigue siendo un desafío el bajar estas cifras, pero en los casos que se dan las cesáreas es por indicaciones precisas y técnicas. La estrategia de parto respetado comienza en el acompañamiento prenatal y tiene que ver con eso. También bajaron los índices de medicación e intervenciones técnicas", señaló. La Organización Mundial de la Salud (OMS) pone como recomendación una tasa de cesáreas que no vaya más allá del 15 por ciento.

Caruana también valoró el "movimiento por las perspectivas de derechos desde las organizaciones de mujeres, que quieren decidir y discutir: así como se decide un método anticonceptivo, la decisión de parir, el cómo y el con quién, debe ser un derecho universal", dijo.

Entre lo que falta, el funcionario apuntó a que se profundicen estos aspectos en todas las maternidades y seguir trabajándolo en todo momento, desde lo prenatal. "La ley sola no garantiza que se transformen las prácticas, y con estas experiencias realmente los indicadores sanitarios mejoran, no es una cuestión pintoresca o romántica, sino que disminuyen las internaciones en neonatología y se mejora la vida de ese bebé; para la mujer es mucho más favorable", aseguró.

La iniciativa en pos del parto humanizado ya es "usual" en el marco de la Salud Pública local. "Se trata de promover nacimientos sin prácticas invasivas e innecesarias, y de difundir y concientizar sobre la importancia de los derechos de las mujeres, hijas e hijos, en un contexto afectivo", agregó.

El informe municipal indica que tanto en la Maternidad Martin como en el Área de Atención Integral de la Mujer del Hospital Roque Sáenz Peña (inaugurada en junio del 2017), se apuesta a reducir el número de cesáreas. "En la Martin, durante 2017, de los 4.007 partos se registró un 27 por ciento de cesáreas", sumaron a los datos del Roque, que tiene mejores indicadores.

Es que en el Área de Atención Integral de la Mujer del Sáenz Peña se implementaron las salas TPR, donde las futuras mamás realizan el trabajo de preparto, el parto, para luego continuar con su recuperación con sus hijos e hijas, acompañadas por sus afectos y preservando de esta manera la intimidad y la privacidad en familia. En ese sentido, se implementaron prácticas que relajan el momento del parto, como iluminación, música, masajes, duchas, bañeras, telas y uso de pelotas para esferodinamia para tomar posición durante el trabajo de parto. "Del total de los nacimientos en el nuevo efector, 80 fueron en el agua, y en un 98% de los partos se registró contacto piel a piel entre la madre y el niño: se pone inmediatamente al bebé en contacto piel a piel con su mamá, unidos por el cordón, esperando los tiempos necesarios para realizar la ligadura". Además, el 48% de las mujeres usó la ducha; el 23%, la pelota; el 17%, el banquito; el 16%, las telas.