El Ministerio Público Fiscal (MPF) pidió que se condene a prisión perpetua a Gabriel David Marino por el “homicidio triplemente agravado por odio de género, por violencia de género y por el vínculo” de la defensora de derechos humanos y referente travesti Diana Sacayán, asesinada en 2015 en el barrio porteño de Flores. El alegato de la fiscalía incluyó el pedido de que en la sentencia el crimen sea nombrado como travesticidio. La fiscal a cargo de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), Mariela Labozzetta, quien cerró la décima audiencia del juicio, luego del alegato del fiscal Ariel Yapur, remarcó a PáginaI12 que “es un hecho histórico porque es la primera vez que se lleva adelante un juicio por odio de género para el crimen de una mujer travesti”. El pedido del MPF coincidió con lo que habían solicitado en audiencias anteriores las querellas, la familiar, encabezada por el hermano de Sacayán, y la del  Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi).

Como viene ocurriendo desde que se inició el juicio, familiares, compañeros y compañeras y activistas de la diversidad sexual participaron de la audiencia, y acompañaron la sesión con actividades político culturales en la plaza Lavalle, frente a los Tribunales, exigiendo justicia por Amancay Diana Sacayán, militante travesti, trabajadora del Inadi y colaboradora del suplemento Soy de PáginaI12, asesinada el 11 de octubre de 2015, cuando había superado por cuatro años la expectativa de vida promedio para las personas trans, que es de apenas 35 años.

En la audiencia del juicio oral, en el que por primera vez dentro de los Tribunales se habla de la violencia contra las personas trans y travestis, el fiscal Yapur solicitó la pena de prisión perpetua fundado en el inciso 4 del artículo 80 del Código Penal, que encuadra los crímenes de odio, y en el inciso 11 del mismo artículo, que permite configurar un homicidio como femicidio. En este caso, la consideración implica reconocer la identidad autopercibida.

Ante los jueces Adolfo Calvete, Iván Bloch y Julio César Báez, integrantes del Tribunal Oral 4, la fiscalía también pidió que se calificara el crimen como travesticidio, un concepto que la propia Sacayán reivindicaba cuando denunciaba las muertes y asesinatos de sus compañeras, como lo hizo durante la marcha de NiUnaMenos de 2015, donde levantó el reclamo con un cartel que pedía: “Basta de travesticidios”.  

Labozzetta, explicó a este diario que “si bien hay una condena de femicidio en Salta por el asesinato de una mujer travesti, esta sería la primera vez en la que se aplica la figura de crimen de odio y la primera vez en la historia judicial que se habla de travesticidio”.

La fiscal, señaló que “como UFEM destacamos que es el primer juicio que se llevó respetando la identidad de la víctima, cumpliendo con los protocolos sobre cómo se investiga un crimen de género y donde las organizaciones LGBTQ participaron activamente en el proceso, dentro del sistema judicial. Y esto impactó en la propia actividad militante de los organismos”.

La abogada Luciana Sánchez, quien representa a Sasha Sacayán –hermano de Diana– sostuvo que “lo importante es que el pedido de la fiscalía coincide con lo que las querellas solicitamos, y que haya pedido que se nombre en la sentencia el crimen como travesticidio”, además explicó que el MPF pidió medidas de reparación. Entre ellas, que se tomen las buenas prácticas del juicio y que la Corte Suprema las difunda para otros juicios. También, que se tomen medidas especiales de difusión de la sentencia y que se trabaje para difundir sus contenidos sustanciales por diversos medios en lenguaje popular.

Yapur, luego de hacer un desarrollo dogmático sobre los motivos que hacen necesario considerar los crímenes de odio, sostuvo que la legislación argentina al sancionar estos crímenes lo que hace es cumplir con los tratados internacionales de derechos humanos. Remarcó que el juicio era un proceso mirado en todo el mundo, y recordó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su informe sobre violencia contra las personas LGBTQ, publicado un mes después del asesinato de Sacayán, repudió el crimen y lo tomó como ejemplo de la violencia ejercida contra defensores de derechos humanos trans.

Finalmente, tras el cierre de la audiencia, el hermano de Diana reafirmó el carácter histórico del juicio y sostuvo que “es la oportunidad para que se emita una sentencia que reconozca un hecho de estas características como un crimen de odio por identidad de género travesti y diga que fue un travesticidio”. Ponderó “que los tres alegatos hayan ido en el mismo sentido” y el trabajo de la Comisión de Justicia por Diana, que integra, y esperanzado afirmó que “esperamos que la justicia llame a las cosas por su nombre y repare tanto daño a toda nuestra comunidad que es lo mínimo que Diana se merece por todo lo que nos dio”.