Desde Medellín    

Los pronósticos se cumplieron. Iván Duque y Gustavo Petro se enfrentarán en ballottage el próximo 17 de junio. El experimentado líder de la izquierda obtuvo el 25% de los votos y Duque fue el gran ganador con 7.5 millones de votos que representan un amplio 39% del electorado. Lo de Petro, histórico por tratarse del primer candidato progresista que alcanza más de 4 millones de votos superando así al ya fallecido Carlos Gaviria Díaz, con quien militó en el opositor Polo Democrático Alternativo.

Rodeado por indígenas del Cauca que hicieron una cadena con sus bastones de mando ancestrales, el líder de Colombia Humana y su compañera de fórmula, Angela Robledo, llegaron al centro de eventos del Down Town Majestic, en Bogotá, donde el tercero más votado, Sergio Fajardo, obtuvo la mayor votación dejando una de las sorpresas de la jornada al superar a Petro en la ciudad que gobernó hasta 2015. Desde allí señaló que la ventaja de Duque disminuyó en un 10% respecto a las votaciones de congreso hace tres meses cuando se celebraron también las consultas interpartidistas. “Vamos a vencer. Se puede cambiar la historia de Colombia”, expuso el ahora fortalecido candidato de la izquierda que propone superar la desigualdad histórica y gobernar a favor de los más desfavorecidos: campesinos, víctimas, trabajadores, profesores. Y expuso que, lejos de polarizar, los resultados de ayer mostraron que el votó se distribuyó. Tal fue el caso de Fajardo, de la Alianza Verde-Polo Democrático, que apenas obtuvo 200 mil votos menos que Petro, consiguiendo un 23% de los votos. El ex alcalde de Medellín habló también a sus seguidores invitando a no sentirse derrotados sino terminar el día con una gran sonrisa, pero sin dejar claro si respaldará a uno y otro de los ganadores de ayer en una segunda vuelta electoral.

Cuando ese pase, el segundo domingo de junio, se aspira a vivir la históricamente tranquila situación de seguridad de las presidenciales de ayer que pasarán a la memoria porque, por primera vez, los ciudadanos pudieron votar por su primer mandatario sin ninguna alteración del orden público gracias a la dejación de armas de FARC y el cumplimiento del cese al fuego de la guerrilla del ELN. El líder de FARC, Rodrigo Londoño “Timochenko” estaba depositando un voto en una escuela de Bogotá en vez de coordinando acciones armadas. Por el desarme de la guerrilla y la palabra cumplida de los “elenos” la disminución de violencia fue de un 100% como lo confirmó el presidente Juan Manuel Santos alistándose para dejar el palacio presidencial. Las autoridades informaron que las 223 mesas que fueron trasladadas ayer lo hicieron por problemas climáticos, a diferencia de años pasados donde no se podía votar por la fuerza de la violencia.

Lo de Duque, tratándose de un joven político de derecha recién dado a conocer también sorprendió aunque se proyectaba por tratarse del apadrinado del expresidente Alvaro Uribe, que demostró una vez más seguir dominando las fuerzas de la derecha y las mayorías del país con gran reconocimiento y carisma a pesar de las múltiples investigaciones judiciales y cuestionamientos en su contra por presuntos vínculos con paramilitares y narcotraficantes. Desde 2002, cuando llegó por primera vez a Casa de Nariño, Uribe arrastra entre 5 y 7 millones de votos en cada comicios electorales. Sin embargo, el nombre de Iván Duque todavía fresco en la memoria de Colombia no ha estado relacionado con asuntos ilegales y, por el contrario, genera confianza en las élites como en la población popular. 

“Conozco personalmente a Iván Duque, en mi opinión ha demostrado que tiene el conocimiento y el carácter para enfrentar los enormes retos que enfrenta Colombia actualmente. Me gusta su enfoque en nuevas economías, tecnología y emprendimientos”, le dijo a PáginaI12 la abogada Diana Escobar, habitante de Medellín. Mientras tanto en Bogotá, Anthony Gómez, empleado de un restaurante, explicó a este diario que votará por Petro nuevamente en el ballottage porque “es la persona que nos defiende, que nos va a poner más cerca del poder para que seamos nosotros quienes tengamos más beneficios, que cumplamos nuestros sueños, no solo para los ricos”.

Aunque en un margen estrecho, ayer aumentó el número de colombianos que votaron, llegando al 53% del electorado, mientras en las votaciones presidenciales han votado menos de la mitad de los habilitados para sufragar. Para el analista Víctor DeCurrea Lugo “no conseguimos lograr una mayor participación significativa a pesar de que había muchas propuestas sobre la mesa –buenas, regulares o malas– pues aún no logramos convocar al país”. El médico y estudioso de los Derechos Humanos, se manifestó preocupado por “la forma en que se mantiene el uribismo. Duque era un perfecto desconocido y hoy se perfila como el presidente y no por méritos propios”, asegura. Eso, según explicó DeCurrea a PáginaI12, demuestra la derechización de Colombia, “un país al que no le duelen las víctimas, que no tiene memoria, que desagradece la paz lograda hasta ahora”. 

Víctor destaca además de la alta votación de la izquierda en cabeza de Gustavo Petro, “el fenómeno Fajardo que logró acercarse a Petro de una manera muy grande y ninguno hace parte de los partidos tradicionales ni de las élites”. Además señala que “la derrota de (Germán) Vargas Lleras fue estrepitosa (logró apenas el 6%). Y es un mensaje para el país sobre la quiebra de la corruptela en las urnas”. 

El análisis de DeCurrea también detalla en la guerra mediática en la que los sectores de centro, izquierda y alternativos resultaron heridos como nunca antes en una contienda presidencial, en parte por la dinámica de las redes sociales como Twitter y Facebook. “La permanente discusión sobre la naturaleza del otro, que si un candidato usaba zapatos de tal marca, se aplicó para todos los candidatos. Mientras Vargas Lleras y Duque intentaron no darse tan duro entre ellos, la pelea entre algunos sectores sociales a favor de Petro y Fajardo fue un gravísimo error. Eso no solamente afectó las elecciones por cuanto quita votos, sino que las bases sociales quedaron muy lastimadas por una dinámica muy agresiva en redes lo que dificulta una unidad necesaria”.

Las noticias falsas o fake news y versiones de terror sobre el inventado “castrochavismo” y el miedo de parecerse a Venezuela fueron protagónicos en los resultados de ayer, cuando pudo verse la amplia ventaja que tiene Duque en la mayor parte del mapa del país. En todos los departamentos del Oriente y la zona Andina ganó el candidato de la derecha, mientras Petro fue ganador en capitales como Cartagena y Santa Marta. En Medellín, Duque habría ganado en primera vuelta pues obtuvo el 53% de los votos, mientras en Bogotá el más votado fue Sergio Fajardo.

La insólita normalidad de la jornada electoral de ayer en Colombia, por primera vez eligiendo presidente en paz, se contrastó con la tensión en el Norte de Antioquia donde unas 26 mil personas vieron afectado su derecho al voto. Por cuenta de las afectaciones del proyecto HidroItuango que tiene en amenaza de inundación varias poblaciones ribereñas del río Cauca, no pudieron desplazarse a sus puestos de votación. En poblados de Antioquia, Meta, Nariño y otras zonas del país se reportaron posibles delitos electorales como el observado por este diario en Medellín, frente al puesto de votación en Plaza Mayor, donde un vehículo publicitario de la campaña de Iván Duque apareció hacia las dos de la tarde aún a pesar de que está prohibido.

La complejidad del clima en distintos rincones de Colombia se mostró también en la noche en al capital, cuando en medio de la lluvia los ganadores ofrecieron sus discursos a miles de seguidores que se congregaron para celebrar o llorar. En la sede de Iván Duque, los eufóricos simpatizantes ovacionaron al delfín de Uribe que, triunfante, aseguró que será el próximo presidente de Colombia.