El presidente Mauricio Macri llegó hoy a Quebec para participar del encuentro del G7, una cumbre que reúne a Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón y Canadá, y al que la Argentina fue invitada por ser el país que ocupa este año la presidencia del G20.

El jefe de Estado aterrizó en la Canadá francófona y partió a la localidad de La Malbaie, donde se desarrolla el encuentro de los líderes mundiales. Se trata del primer roce internacional de Macri desde que se firmó el acuerdo con el FMI, para el cual busca un espaldarazo y, también, una foto con la titular del organismo de crédito, Christine Lagarde.

En rigor, y pese a la magnitud de una foto de ambos, tan anhelada, tras el acuerdo por el cual el Fondo desembolsa 50 mil millones de dólares a cambio de un fuerte ajuste, aun resta que el directorio del organismo dé el visto bueno a la operación, algo que se tratará el 20 de junio.

Antes de verse con Lagarde, Macri tendrá un cara a cara con la canciller alemana, Angela Merkel, y más tarde se encontrará con el anfitrión, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeu, quien lo invitó a cenar con las esposas de ambos. En la agenda presidencial también figuran citas con el premier japonés Shinzo Abe y con José Ángel Gurría, el titular de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al que la Argentina pretende ingresar. Macri tiene previsto regresar al país mañana.

El encuentro que no podrá ser es con Donald Trump. El presidente de los Estados Unidos abandonó Quebec antes de tiempo, en medio de las tensiones por la guerra comercial con la Unión Europea y los socios del Nafta, México y Canadá. El foco pasa por los nuevos aranceles en acero y aluminio. Tras el desplante, que deja sin su presencia a la foto final de los líderes del G7, el magnate republicano irá a Singapur, donde el martes está previsto el histórico encuentro con Kim Jon-un, el líder de Corea del Norte.