De acuerdo a los datos de su última declaración patrimonial ante la Oficina Anticorrupción, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne es poseedor de una fortuna de 96,9 millones de pesos. Si bien semejante patrimonio lo posiciona entre los más afortunados de un gabinete de millonarios, según el ente recaudador de la Ciudad de Buenos Aires el ministro vive en un baldío. Y, de acuerdo la investigación de hoy del diario Tiempo argentino, haber declarado que habita en un descampado le le ha posibilitado en estos años reducir notablemente la carga impositiva por su propiedad.

El dato consta en la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) y señala que el ministro paga 2458,11 pesos por mes de ABL e impuesto inmobiliario por un "descampado de 332 m2 de obra construida", cuando en verdad se trata de una mansión con jardín y piscina situada en Bajo Belgrano, uno de los barrios mejor valuados de la ciudad.

“En la caso del funcionario, la casa fantasma tiene 280 m2 elevados en madera y hormigón. La construcción ocupa los 8,76 metros de frente del terreno, y se extiende hasta promediar los 38 metros que posee de fondo. El resto es un parque de gramilla que culmina en una piscina rectangular”, describe el informe periodístico. La distancia entre el registro y la realidad le ha permito al funcionario ahorrarse varios de pesos en materia tributaria, ya que en la Ciudad de Buenos Aires la tasa y el tributo se calculan en función de la ubicación, la valuación y la cantidad de metros cuadrados cubiertos de la propiedad.

“La ausencia de esa obra en los registros impacta sobre la valuación fiscal, que apenas alcanza los $589.947,40. A la cotización del viernes pasado, unos 22 mil dólares. Menos de lo que cuesta un monoambiente desfavorable de la Ciudad”, asegura la investigación de Tiempo Argentino.

No es la primera vez que el dudoso manejo ético y legal del patrimonio del ministro de Hacienda es noticia. Según la Oficina Anticorrupción, antes de asumir el ministro declaró ser dueño del cien por ciento de la empresa Florentine Global, una offshore radicada en la ciudad de Delaware, Estados Unidos, inscripta en noviembre de 2012. Sin embargo Dujovne en su momento negó que la empresa de su declaración jurada fuera aquella que está anotada en el ese estado estadounidense. El ingreso de Dujovne a esa empresa fue en julio de 2016, fecha tope para los bienes que ingresaron al blanqueo. El valor de la compañía es de 20,1 millones de pesos: el mismo monto que más tarde blanqueó. Si bien el ministro no era funcionario en el momento en el que se benefició con la amnistía fiscal, sin contar las implicancias éticas, la posesión de 20 millones de pesos sin declarar es un delito con pena de prisión.