“Esperamos ayudar a fortalecer la economía argentina a través de este paquete de financiamiento”, expresó la mandamás del Fondo Monetario Internacional, Chrisitine Lagarde, al poner en marcha los mecanismos internos para aprobar el crédito condicionado por hasta 50.000 millones de dólares. La directiva del organismo multilateral acusó recibo de la Carta de Intención y el Memorandum de Políticas Económicas elaborados por el gobierno argentino para acceder al financiamiento. Los documentos que serán difundidos por el Palacio de Hacienda en las próximas horas ofrecen la hoja de ruta propuesta por el país para llevar adelante el ajuste fiscal por 500.000 millones de pesos en tres años así como las reformas al esquema monetario vigente.

“El plan que sustenta la asistencia financiera del FMI está concebido e instrumentado por el gobierno argentino, y pretende fortalecer la economía en beneficio de todos los argentinos”, sostiene el comunicado del FMI firmado por Lagarde. A lo largo de los 36 meses de vigencia del acuerdo las autoridades argentinas se comprometen a recortar el gasto en obra pública, achicar las transferencias a las provincias, continuar con la quita de subsidios, reducir las erogaciones salariales estatales y ajustar el sistema de la seguridad social.

Cuando se apruebe el préstamo stand-by el próximo miércoles Argentina recibirá un primer desembolso por 15.000 millones de dólares que se acreditará antes de finalizar esa semana. Lagarde precisó ayer que “las autoridades han solicitado que la mitad de ese monto estará disponible para apoyo presupuestario”. Con ese mecanismo, 7500 millones de dólares ingresarán al Tesoro que deberá vender sus dólares en el mercado para convertirlos en pesos y financiar el ajustado gasto público.

El programa acordado con el FMI no logró desarticular las tensiones cambiarias que, en menos de 48 horas, obligaron al Banco Central a abandonar la flotación libre del tipo de cambio. Por eso, el Ministerio de Finanzas anunció ayer que los dólares estarán disponibles. La cartera encabezada por Luis Caputo informó que realizará “ventas diarias pre-anunciadas a través de un mecanismo de subastas realizadas por el BCRA a solicitud del Tesoro” (ver aparte). Sin la aspiradora de la autoridad monetaria, las divisas que serán ofrecidas apuntan a contener las renovadas presiones devaluatorias. Los otros 7500 millones de dólares que llegarán la semana próxima pasarán a abultar las reservas internacionales de la banca central.

 

@tomaslukin