El favoritismo con el que Uruguay llega a su segundo partido de Rusia 2018 mañana con Arabia Saudí no genera ninguna confianza al técnico Oscar Tabárez en un Mundial marcado por las sorpresas y los resultados inesperados. “Nos esperamos un partido duro, del estilo de todos los que se han jugado hasta ahora en esta primera fecha del Mundial”, dijo el entrenador de 71 años sobre su rival de hoy en Rostov del Don. “Hay que estar preparados para todo en el fútbol”.

Arabia Saudita, dirigida por Juan Antonio Pizzi, cayó estrepitosamente por 5-0 ante Rusia en la inauguración del Mundial, mientras que Uruguay derrotó 1-0 a Egipto y fue la única selección sudamericana que ganó su primer partido. Pero Tabárez, el técnico más veterano del Mundial, recordó las diversas sorpresas que se vivieron ya en el torneo con los empates de candidatos como España, Brasil o Argentina o incluso la derrota de la campeona Alemania ante México.

“Quizás es una característica en este Mundial”, señaló el Maestro. “Se da en el fútbol del mundo, pero se ha afinado en esta primera fecha. Todos los que vinieron tienen algo que mostrar”. Tabárez se detuvo también en la figura de Luis Suárez, uno de los protagonistas del partido de hoy por los 100 partidos que cumplirá como internacional.

“Cómo pasa el tiempo... 100 partidos”, reflexionó. “Es un número muy importante para la trayectoria de los futbolistas en sus selecciones. No es solo un número, significa muchísimas cosas. En esos 100 partidos, Suárez ha sido determinante, quizás no en todos pero en la mayoría de ellos”.

Como había hecho ya tras el debut ante Egipto, cuando Suárez se quedó sin marcar y perdió varias ocasiones de gol, el técnico insistió en su respaldo: “Todos coincidimos en que quizás no hizo un gran partido contra Egipto, pero creo que su potencialidad está intacta”. 

Tabárez avanzó en su reflexión para comentar el trabajo que lleva 12 años haciendo al frente de la selección uruguaya: “El fútbol, además de muchas otras cosas, es un asunto entre seres humanos”, comentó. “No son máquinas que se programan y tienen que rendir de una manera”. 

“Nuestro estilo de conducción es tener la paciencia, la comprensión y el apoyo para estos momentos en que el primer enojado es el propio jugador”, agregó el entrenador.