El Ministerio de Energía aprobó los pliegos de la licitación pública nacional e internacional por la que el Estado nacional se desprenderá de las centrales termoeléctricas Ensenada de Barragán, situada en Buenos Aires, y Brigadier López, de Santa Fe. Prevén recaudar unos 1000 millones de dólares.

La resolución 289 publicada ayer en el Boletín Oficial recuerda que la decisión del traspaso de las centrales se formalizó mediante un decreto presidencial de fines de octubre último. La encargada de la operación será la empresa Integración Energética Argentina (Ieasa), sucesora de Enarsa. Las empresas que adquieran los pliegos –que en el caso de Brigadier López costará 10.000 dólares, mientras en el de Ensenada del Barragán tendrá un precio de 20.000 dólares– tendrán 90 días para presentar sus ofertas.

Se abrirá luego un periodo de análisis al término del cual se conocerá el resultado, hacia fines de septiembre, mientras la firma del contrato de transferencia se concretaría entre fines de octubre y principios de noviembre, de acuerdo con el cronograma oficial.

El lanzamiento del proceso de licitación se realiza a pesar de que aún no se cuenta con la valuación del Tribunal de Tasaciones de la Nación, dato que se dará a conocer a los interesados en breve.

La central de Ensenada de Barragán tiene una potencia instalada de 560 Mw, mientras la de Brigadier López, situada en el parque industrial de Sauce Viejo, suma 280 Mw. Quienes se adjudiquen las plantas tendrán la obligación de completar las obras de cierre de ciclo, ya en ejecución avanzada, que permitirán elevar esas potencias a 840 y 420 Mw, respectivamente.

Los trabajos para completar los equipos de turbovapor (ya concretados en un 90 por ciento en ambos casos) deberán completarse en un plazo de 24 meses luego de la transferencia para Ensenada de Barragán, y en 14 meses para Brigadier López.