Unas 2000 rosarinas --y rosarinos-- ocuparon ayer las escalinatas del parque España, con sus pañuelos verdes, al grito de "a ver Michetti, a ver si nos entendemos, las mujeres nos morimos por abortos clandestinos", entre muchas otras consignas que la multitud, con una mayoría de jóvenes, coreó. La apelación fue directa a la vicepresidenta Gabriela Michetti, que el fin de semana generó repudios al afirmar que "el interior está en contra" de la legalización. Además de la catarata de mensajes que recibió por las redes sociales, también la recordaron en cada uno de los más de 70 pañuelazos que se hicieron en el país. La media sanción en Diputados dejó todo en manos del Senado, que ayer definió el tratamiento del proyecto para el 8 de agosto, fecha que no se sabía en el momento del Pañuelazo. "El aborto clandestino se va a caer, se va a caer; que aprueben nuestro proyecto y que sea ley, que sea ley", arengaba una integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto desde el megáfono. La diputada nacional Alejandra Rodenas, del bloque Nuevo Espacio Santafesino, presente en la manifestación, afirmó --sobre el tratamiento en el Senado-- que está preocupada "pero creo que este impulso, esta marea verde, este cambio de época, va a hacer reflexionar, como en aquella histórica sesión de Diputados, a muchos senadores".

Entre las chicas que revoleaban sus pañuelos verdes, una señora miraba con ojos llorosos. "Con mis 60 años tengo una emoción de ver esto, con las cosas que he pasado, nunca pensé que iba a verlo... Una que ha pasado por una situación así. Esto es maravilloso, a los 20 años no me lo hubiera imaginado", dijo Marisa, señalando a las escalinatas. Las jóvenes, entretanto, justo cantaban una consigna dirigida a Cristo Rey: "dejá coger en paz", terminaba. Pero las chicas también tuvieron palabras para Macri. "Hoy las mujeres, ya nos cansamos/ Macri chau, Macri chau, Macri chau, chau, chau, chau/ contra el estado y el patriarcado/ queremos aborto legal", cantaban. Es que el frío no las amedrentó, pero estar allí requería un movimiento constante para paliar el frío.

Niñas, adolescentes, jóvenes, adultas, algunos varones, todos con sus pañuelos al cuello, en las mochilas, como vinchas, los desataron para tomar los triángulos de tela entre sus manos levantadas, y así hacer la foto de la escalinata teñida de verde. La venta de pañuelos fue incesante, como de costumbre, y sólo ayer se vendieron 900. De hecho, la Campaña pasó de los 1500 semanales que venía encargando a la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep) a 5000 por semana. "No tenemos tiempo para hablar con la gente, porque la entrega es vertiginosa, pero lo que sí te puedo decir es que sentimos la cara de alegría que tiene cada persona cuando consigue su pañuelo", expresó Soledad Gorostiaga, integrante de la Campaña. Los pañuelos cuestan 30 pesos, justamente para que puedan seguir haciéndose.

Después de la foto colectiva, Rodenas habló con Rosario/12: "Voté a favor de la despenalización, porque creo que tenemos que abolir la clandestinidad en la Argentina y creo que la legalización tiene que ir acompañada por el respeto de la ley de educación sexual integral, y de una política de estado para que realmente la gente entienda que esto no es una campaña para que las mujeres se hagan abortos, es importante que nos quede claro, no es una campaña para que las chicas vayan a abortar, o que utilicen el aborto como método anticonceptivo, es una campaña para que aquellas prácticas que eran clandestinas sean legales, y que tengan acceso todas, por lo tanto también es una campaña por los derechos sociales y la justicia social".

También participaron las diputadas provinciales Verónica Benas, del partido Pares Alicia Gutiérrez, del partido SI y Silvia Augsburger, del interbloque Igualdad, así como la concejala Norma López.

Para Augsburger, tal como el pañuelazo del 14 de junio pasado en el Monumento a la Bandera, la convocatoria de ayer fue "impresionante de nuevo, porque a muy poquitos minutos del partido de Argentina, que como ya sabemos se llevó toda la atención, estaba lleno de pañuelos verdes la escalinata, así que fue impresionante la movilización para lograr que el aborto sea legal". Augsburger advirtió que "quienes están en desacuerdo con la aprobación de la ley están utilizando todas las estrategias posibles para dilatar el tratamiento". Sin embargo, opinó que "cuanto más dilaten, más gente va a haber en la calle exigiendo la legalización del aborto. Esto no hay forma de pararlo, creo que hay que escuchar a la ciudadanía".

Entre las que levantaban pañuelos estuvo también Marité Yanos, una de las más activas militantes de la Campaña en sus inicios. "Después de todas las vivencias que tuvimos, se vive de una manera increíble, el hecho de ver tanta juventud, y que esto se ha metido tanto en la piel de la gente, es impresionante. Si nos trasladamos a un 2005 por ejemplo, cuando juntábamos las primeras firmas en la peatonal con túnicas verdes, y éramos una escasa docena. Cuando empezamos a repartir los pañuelos, que mucha gente nos decía que nos acompañaba, pero no aceptaba el pañuelo. Este es el camino que nos han trazado quienes nos precedieron, una Dora Coledesky, una Mabel Gabarra", dijo Yanos.