PáginaI12 En México
Desde Ciudad de México

Ni siquiera pasaron dos semanas desde la victoria presidencial de la coalición Juntos haremos historia y su candidato, Andrés Manuel López Obrador, pero la tropa diplomática trumpista desembarcó este viernes en ciudad de México para mantener encuentros con el aún jefe de Estado mexicano, Enrique Pena Nieto, y el presidente electo Andrés Manuel López Obrador. El secretario de Estado norteamericano, Michael Richard Pompeo, del Tesoro, Steven Mnuchin, de Seguridad Nacional,  Kirstjen Nielsen, así como por el asesor de la Casa Blanca y yerno del mandatario estadounidense, Jared Kushner,  mantuvieron conversaciones cruzadas con los dos mandatarios en la capital mexicana donde recibieron, por parte del equipo de Andrés Manuel López Obrador, “una propuesta de bases de entendimiento”. Apenas llegar, la delegación norteamericana fue  hasta la llamada casa de transición, en la Colonia Roma, donde se reunió con Andrés Manuel López Obrador y con Marcelo Ebrard, el hombre que asumirá la dirección de la diplomacia mexicana (Secretaría de Relaciones Exteriores). El Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), el programa para el desarrollo de México y América Central propuesto por Obrador, la migración y el tema de la seguridad fueron los puntos de una agenda donde, según ambas partes, el pesado tema de la construcción del muro entre México y Estados Unido planteado por Donald Trump (quiere que lo paguen los mexicanos) no figuró entre los temas abordados. 

Marcelo Ebrard reveló luego en el curso de una conferencia de prensa que Obrador había entregado a Mike Pompeo “una propuesta de bases de entendimiento con los Estados Unidos, con la administración Trump, para los próximos años”. Aunque no quiso adelantar los contenidos en espera de la respuesta de Trump, el texto se concentra en los cuatro temas antes citados (TLCAN, migración, Seguridad, desarrollo). Ebrard dijo que tenían “un optimismo razonable de que México va a encontrar bases de entendimiento para una mejor relación con Estados Unidos en los próximos años.  Esta propuesta esperamos que tenga buena acogida en Washington”. El texto remitido apunta a delinear las estrategias conjuntas que se llevarían a la práctica a partir del 1 de diciembre, fecha de la toma posesión de Andrés Manuel López Obrador como presidente. En lo que atañe al comercio, el futuro canciller de México puntualizó que las próximas autoridades están dispuestas a participar en cualquier “renegociación” del Tratado de Libre Comercio. A propósito de la migración y la seguridad, Ebrard aclaró que el planteo seguía siendo “incluir a los países de Centroamérica en un esfuerzo conjunto”. 

Afuera de la casa de la transición había un grupo de manifestantes con carteles que protestaban en contra de la política migratoria de Washington, en particular la separación de los niños migrantes de sus padres. Uno de los activistas, Julian Klug, exigía que se les dijera a “esos gringos que se respete a los migrantes mexicanos, que no intervengan en la política mexicana y que se termine de una vez el envío constantes de armas norteamericanas a México”. Antes de esta serie de reuniones, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador elogió la actitud que Donald Trump había tenido desde su elección el pasado primero de Julio. “Se portó bien desde la noche de la elección” dijo AMLO. Luego, adelantó: “Pensé que se iba a quedar ahí la situación, pero no. Al día siguiente quería hablar conmigo y,  afortunadamente, muy respetuoso. En media hora no tocó asuntos delicados que me hubieran obligado a responder de otra manera. Facilitó las cosas y sí nos importa mucho lograr un acuerdo”. Aunque aún no empezó oficialmente la nueva presidencia, los norteamericanos dejaron de lado sus groserías contra México y ello diseñó un terreno menos confrontacional. El mismo Donald Trump comparó a López Obrador con él mismo (lo ha apodado “Juanito Trump” porque “somos igualitos”). “Me recuerda mucho a mi porque él también tuvo que vencer a un sistema que se oponía a él”, dijo el mandatario norteamericano. Claro, la prensa de ambos lados de la frontera recuerda que Trump suele ponerle apodos a sus enemigos. 

Por lo pronto, las reuniones de este viernes inauguraron la serie de exploraciones entre Washington y los nuevos dirigentes de México. Marcelo Ebrard descartó cualquier nubarrón cuando dijo que  “fue un diálogo bastante franco, respetuoso, cordial. Diría que fue una primera conversación exitosa”. Es preciso no obstante precisar que los dos temas más controvertidos, el muro y del tráfico de armas, no se tocaron por el momento. La meta central de estos diálogos responde a las propuestas de Obrador durante la campaña de cara al desarrollo del país: “se busca que nadie de México tenga que emigrar por pobreza e inseguridad”.