El 27 por ciento en baja interanual de espectadores en el circuito comercial de la Ciudad no es la única mala noticia para la actividad. La inflación galopante, la pérdida del poder adquisitvo y los tarifazos no sólo hicieron que menos espectadores fueran al teatro, sino que además llevaron a que los márgenes de rentabilidad se hayan reducido. El valor promedio de entrada vendida de junio de 2018, comparado con mismo mes de 2017, fue de un 3 por ciento, con una inflación de –por lo menos– el 25 por ciento. El valor de las entradas no acompañó la inflación. “Las entradas más caras –explica Blutrach– aumentan casi al mismo ritmo que la inflación, lo que pasa es que nuestras butacas vacías valen cero pesos después de sucedida la función, por lo que lanzamos muchas promociones. En este junio el precio promedio de las entradas respecto del mismo mes de 2017 aumentó sólo un 3 por ciento. La platea más cara aumentó un 25 por ciento, pero por las promociones y el menor incremento en otras butacas llevó a un precio promedio apenas superior respecto de 2017. La caída de espectadores fue de 27 por ciento, pero de la recaudación fue de un 25 por ciento. Si a eso se le suma un 25 por ciento de inflación interanual, la caída de la recaudación está por encima del 50 por ciento a valores reales entre un año y otro”. 

Si bien la situación económica vuelve costosa la entrada al teatro comercial, Rottemberg señala que en perspectiva histórica el valor del ticket teatral disminuyó en relación al aumento de otros bienes. “Históricamente –ejemplifica el productor– con la entrada más cara de comedia no musical se compraban cinco entradas de cine, que sin promociones actualmente cuesta 250 pesos. Hoy, esa relación es más baja. Así con todo: los sábados de julio de 1995 una platea máxima para ver Brujas o a Pinti (éxitos de entonces) costaba 30 pesos, mientras el precio de tapa del diario de mayor circulación ese mismo día costaba 1. El último sábado, el mismo diario costó 50 pesos, o sea que ahora en lugar de 30 ejemplares se compran 14 con el valor máximo actual de la entrada de éxitos como Toc Toc o ¿Qué hacemos con Walter?”. Reconociendo que en cualquier lugar del mundo la entrada al teatro del circuito comercial siempre fue cara para gran parte de la población, Rottemberg destaca “el gran aporte que aquí hace el teatro independiente o el circuito teatral público, que merecen ser ponderados y defendidos”.