La empresa Murata, contratista del Estado porteño, utilizó la identidad de doce empleados para aportes económicos a la campaña electoral de Cambiemos en 2015 y 2017. Así se desprende del testimonio aportado por una ex empleada de la empresa de seguridad privada, Brenda Osso, según publicó el periódico Perfil. Osso contó que tanto ella como otros empleados de Murata figuraron como aportantes a las últimas campañas presidencial y legislativa sin haber puesto un peso. Como la Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos impide que contratistas del Estado financien una campaña, Cambiemos apeló al nombre de los empleados, con la connivencia de las autoridades de la empresa. Tras reclamar una respuesta a la empresa, la abogada de la firma le respondió a Osso que “el dueño (Roberto Raglewski) le admitió que él había dado la lista de los 12 empleados para la campaña (...) Le mandó a decir que no era tan grave, que si tenía algún problema con la AFIP que lo llamara y que si los periodistas llamaban les teníamos que decir que habíamos aportado porque apoyábamos a Cambiemos”, reveló Osso.