Desde Santa Fe

 

£Santa Fe reivindicó ayer el legado histórico del brigadier Estanislao López. “Es un acto de justicia”, dijo Miguel Lifschitz al rendir homenaje a la acción política del patriota, a quien consideró un “estadista relevante” en la “construcción de la Patria” y el “constitucionalismo argentino”. Lifschitz asoció dos hechos. López fue el primer gobernador electo por el pueblo: ayer, se cumplieron 200 años de su ascenso al poder, el 23 de julio de 1818. Y el primero en el país que promulgó una Constitución democrática que reconoce la “soberanía del pueblo”: el año que viene, se cumplirán 200 años del Estatuto del 26 de agosto de 1819. “López pensaba igual que San Martín y Bolívar, en la Patria Grande, en la integración de Sudamérica, en el Alto Perú, en Chile, en la Banda Oriental, con una visión sanmartiniana del continentalismo sudamericano”, planteó el mandatario.

Lifschitz habló en la plaza de Mayo. Un rato después, en un acto académico en la Junta de Estudios Históricos, la investigadora Sonia Tedeschi coincidió que la “clave” del homenaje es “recuperar” la “acción política” de López en su escala. “Es un prisma que está cruzado por el federalismo”. Y planteó que estos 200 años de su ascenso al poder remite al 26 de agosto de 2019, cuando se cumplan 200 años del Estatuto Provisorio de Santa Fe, que “fue la primera Carta Magna del Río de la Plata”.

En primera fila, la escuchaba el ministro de Obras Públicas Pedro Morini, a cargo de la restauración de la Casa de López, tras el desplome de la planta alta por el peso del Archivo Histórico de la provincia, en enero de 2017. Morini dijo que los trabajos ya fueron autorizados por la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos y le puso fecha a la reapertura de ese Monumento Histórico Nacional que es la casa donde vivió el Brigadier. “Vamos a terminar justo para los 200 años del Estatuto de la Constitución que recordaremos el año que viene”, adelantó a Rosario 12.

El homenaje a López, ya había comenzado el martes, en el hall de la Casa Gris, donde se exhibe, entre otras cosas, el histórico bastón de mando del Brigadier, confeccionado en caña malaca y oro cincelado. Una reliquia que se guarda en el Museo Histórico Julio Marc, de Rosario, pero que a juicio de los santafesinos –y ya hubo intentos para recuperarlo- debería estar en la capital provincial.

En la plaza de Mayo, Lifschitz resaltó la dimensión de López. “Venimos a rendir un homenaje y a hacer un acto de justicia con uno de los grandes hombres que tuvo la Argentina” y por eso, “olvidado y relegado por la historia oficial”. Era un “estadista”.

López –-siguió el gobernador-- “impulsó el Estatuto Constitucional de 1819, que fue aprobado por el Cabildo. Nos dio la primera Constitución democrática que tuvo el país, que en su artículo 6° afirmaba que la soberanía estaba representada en el pueblo”. “Quizás lo que más se destaque de López es su visión geopolítica nacional porque nunca perdió de vista la unidad y la integración de la Nación”, indicó Lifschitz.

En su discurso, el gobernador describió a López como “un hombre que surgió desde abajo”. Y así lo recordó la historiadora uruguaya Ana Frena en el panel en la Junta de Estudios Históricos que compartió con sus colegas Carlos Chiaramonte y el ex ministro de Hacienda Miguel Anggel Asensio. Y leyó una carta de un cura de Coronda que lo describe “mulato", "guacho” y un “declarado contrario de los porteños”. Frega pensaba que  lo de “guacho” era por “gaucho”. Pero Alejandro Damianovich, presidente de la Junta de Estudios Históricos, se lo aclaró: "Le decían guacho porque era hijo natural".