El jefe de Gabinete defendió la vuelta al Fondo y respondió a las críticas de la oposición que remarcan el riesgo que implica el préstamo otorgado por ese organismo que, como ya sucedió, lleve a la economía argentina a una de sus peores crisis financieras. “Recurrimos al Fondo como una herramienta para ayudarnos en una situación que hemos generado nosotros como país" desde hace muchos años afirmó Peña e intentó quitarle culpas al organismo que preside Christine Lagarde. El jefe de Gabinete también reconoció que el programa de ajuste es “ciento por ciento argentino” y que volvió a utilizar metáforas climáticas para referirse a la crisis: "Los próximos meses van a ser un poco más recesivos, tormentosos y fríos", dijo.

“El Fondo Monetario no inventa nuestros problemas ni los resuelve, los tenemos que resolver nosotros. Esa visión de echarla la culpa al Fondo atrasa”, sostuvo Peña, que centró su justificación en el problema central de la economía argentina, que a su entender está basado en “gastar más de lo que tenemos”.

Según Peña, el acuerdo con el Fondo a cambio del crédito stand-by de 50.000 millones de dólares no incluía la receta de ajuste aplicada por el gobierno de Cambiemos, sino que el recorte es “cien por ciento argentino”.

“El Fondo ya acompañaba el programa económico que nuestro gobierno estaba llevando adelante para recuperar la economía de mercado”, aseguró Peña en declaraciones a TN, donde volvió a reafirmar que el ajuste implementado por el Gobierno es “el camino para resolver nuestros problemas económicos y políticos”.

El jefe de Gabinete evitó dar explicaciones sobre el escándalo de corrupción que envuelve a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, por los cientos de aportantes truchos que fueron incluidos en el balance de la campaña de Cambiemos.  “La gobernadora ya pidió una investigación para saber de qué estamos hablando, queremos saber en detalle qué fue lo que paso, cuál es el descargo”, dijo Peña evitando asumir la responsabilidad política del escándalo de los aportantes truchos y volvió a pedir por la reforma de la ley de financiamiento de los partidos.

Como ya es un clásico para definir las dificultades que atraviesa la economía argentina, el funcionario volvió a recurrir a acontecimientos meteorológicos. Aseguró que los próximos meses serán “un poco más tormentosos y fríos” como consecuencia de la corrida cambiaria. El único error que admitió Peña fue el de "haber generado la percepción de que el camino iba a ser más fácil".

Peña volvió a reafirmar que los próximos meses “van a ser un poco más recesivos”, producto de las sequías y la suba del petróleo y las tasas de Estados Unidos, que llamó “variables de afuera”.