El ciclo performático “El origen de las especies” pone en escena el árbol genealógico de un grupo de poetas. Se realizará, a partir de hoy, bimestralmente. En cada encuentro, dos poetas son invitados a leer obra propia y textos que hayan influenciado su vida y su trabajo, su mirada del mundo; en un intento por reconstruir, frente al público, la memoria de su propia escritura. “La historia de la poesía está hecha de influencias y discusiones, de pensarse dentro de una trama más amplia que la propia praxis”, dice a PáginaI12  Mariana Mazover, una de las curadoras de la propuesta. Esta noche, en La Sede –librería y espacio cultural ubicado en Acevedo 1182–, será el turno de Mariano Blatt y Marie Gouiric. La entrada es gratuita. 

“El origen de las especies” surgió hace dos años dentro de “Pequeña voz”, un festival de cruce entre la poesía y el teatro. El formato se repitió en otras oportunidades, siempre dentro del festival. Ahora está cobrando vuelo propio. “Hay muchos ciclos de lectura de poesía, y cuando estas cosas proliferan, se vuelven parecidas. Entonces pensamos en darle a la iniciativa un sesgo singular: no sólo trabajar con lecturas, sino pensar la trama que sostiene la escritura”, dice Mazover, dramaturga y directora teatral del circuito independiente. La idea surgió junto a Mon Borgatello. Ambas comparten la curaduría y producción con Bruno Basile.

Dos poetas por encuentro son invitados a activar “un movimiento expansivo que contiene su propia obra, la de sus maestros y contemporáneos, amigos y discípulos”. El proyecto “cartográfico” se propone restituir la “trama afectiva, intelectual y generacional” de la poesía contemporánea, según se lee en la gacetilla del encuentro. El proyecto escénico es también archivístico, ya que la intención es generar un registro de la experiencia. 

Para este retorno de “El origen…” –los últimos encuentros fueron en febrero–, los organizadores invitaron a dos referentes de su generación, Mariano Blatt y Marie Gouiric. “El eje es trabajar con la poesía contemporánea argentina joven. O porteña, por imposibilidad presupuestaria. Con lo que se viene produciendo desde los 90, cuando la poesía empieza a tocar nuevas cuerdas, borrándose formas más canónicas; cuando toca un lenguaje más coloquial y temáticas más cotidianas. La intención es redescubrirla, capturarla como algo esencialmente vivo, potente y sensible”, invita la dramaturga.