Los ataques a balazos contra domicilios de magistrados o sus familiares, y que estuvieron ligados al juicio que condenó a los cabecillas de la banda Los Monos, eligió ayer un objetivo más que emblemático: en la madrugada  dispararon al menos siete veces contra el Centro de Justicia Penal de Rosario. Lo hicieron con la misma modalidad anterior: dos hombres en moto abrieron fuego contra los cristales del edificio, en este caso circulando en contramano por Rueda en dirección a Sarmiento. El lugar será sede desde el próximo martes 14 de agosto, de las audiencias de apelación a las condenas del clan Cantero. También fue atacada otra propiedad en la que viviera la jueza Marisol Usandizaga, en Libertad al 300. El propio gobernador Miguel Lifschitz admitió que con todos estos hechos violentos "se está poniendo en juego la institucionalidad", aunque de inmediato aclaró que "no vamos a retroceder en las causas judiciales en marcha".

“Hemos pateado un hormiguero. Eso está claro y lo seguiremos haciendo. Estamos avanzando y seguimos en el camino correcto. Hay que tener la paciencia para tener los resultados. Este es un mensaje de serenidad y de respaldo a la Justicia. No vamos a retroceder en las causas que están en marcha". Así se manifestó el mandatario provincial luego de recorrer el Centro de Justicia Penal (CJP) y de ponerse al tanto de lo ocurrido en la madrugada en la que además del ataque a la sede judicial de Sarmiento y Rueda, se produjo un tiroteo contra un edificio donde vivió la jueza Marisol Usandizaga a pocos metros del Monumento a la Bandera.

El mandatario manifestó que con estos últimos episodios, sumados a la saga que se inició con los atentados a los jueces Ismael Manfrín y Juan Carlos Vienna "se está poniendo en juego la institucionalidad" y que esos hechos "deben tener una respuesta dura, unánime y firme de todos los sectores del Estado".

Lifschitz estuvo en la mañana de ayer en el CJP junto con sus ministros Maximiliano Pullaro, de Seguridad, y Ricardo Silberstein, de Justicia. Los tres tomaron contacto con la fiscal Valeria Haurigot quien dirigirá la investigación del caso.

Poco después del mediodía, Lifschitz se acercó a hablar con los periodistas que hacían guardia en el lugar. "Un hecho más, muy preocupante desde luego. Una balacera contra el edificio, al parecer desde una moto. Se están analizando las cámaras, tratando de dilucidar esto, buscando testigos. Hubo un hecho similar contra un domicilio en Libertad al 300, que en algún momento fue de la doctora (Marisol) Usandizaga. Es más de lo mismo. Todas amenazas, intimidaciones que giran alrededor de funcionarios vinculados a la causa de Los Monos".

Andres Macera
Uno de los impactos en los vidrios del Centro de Justicia Penal. La policía juntó casquillos también en el edificio Ipanema.

"Hay que extremar las medidas de precaución y seguridad ya no sólo con los domicilios sino para proteger a las personas que participan en estos juicios. El 14 de este mes empiezan las audiencias de la Cámara para resolver las apelaciones. Hemos tomado una serie de medidas", expresó el titular del Poder Ejecutivo provincial.

En ese sentido, adelantó que cuando se lleven adelante las audiencias "se va a restringir el tránsito alrededor de este edificio para darle seguridad a todos los trabajadores y profesionales que trabajan aquí. Algo similar haremos en el edificio de Tribunales donde se van a realizar las sesiones de la Cámara".

"También les expresamos toda nuestra solidaridad a los jueces, fiscales y a todos los funcionarios que están interviniendo. Esto tiene que ser una respuesta dura, unánime, firme de todos los sectores del Estado", afirmó.

"En esta pelea con el narcotráfico tenemos una desventaja. Nosotros avanzamos en el marco de la ley. Y ellos avanzan sin ley. Por eso pareciera que nos van a ganar la batalla. Pero no será así. Nuestra mejor respuesta es confirmar las condenas y respaldar a los jueces federales y demostrar que las instituciones pueden más que las mafias", añadió.

 En tanto, sobre el otro ataque ocurrido durante la madrugada, se informó que fue protagonizado por cinco hombres y una mujer que circulaban en tres motocicletas, quienes dispararon una decena de balazos en dirección a un balcón del primer piso del edificio Ipanema, ubicado sobre avenida Libertad al 300. La noticia se conoció después de una primera conmoción generada por el ataque contra el Centro de Justicia Penal.

Fuentes policiales acudieron al lugar, a metros del Monumento a la Bandera, ante el aviso de un empleado que cumple funciones de vigilancia en el edificio lindero. Relató que alrededor de las 2 vio a seis personas en tres motos. Detalló que detuvieron la marcha, se bajaron y comenzaron a disparar el edificio.

Los investigadores levantaron de la calle y la vereda 10 vainas servidas calibre 9 mm. Recogieron un mensaje escrito en birome, desprolijo y sobre un cartón, con el texto “Con la mafia no se jode” que los agresores dejaron en el lugar. Contactaron también al propietario actual del departamento del primer piso donde impactaron las balas, quien no atinó a relacionar el ataque con él o sus actividades. Las marcas de los disparos quedaron en las persianas del departamento –uno de los vidrios de las aberturas estalló– y en la baranda metálica del balcón.

En la torre Ipanema vivió, hace varios años, la jueza Marisol Usandizaga. Es la misma magistrada que fue blanco de ataques indirectos la noche del 26 y la madrugada del 27 de julio últimos. En el primer caso, dispararon desde una moto al menos siete tiros contra una casa de Zeballos al 2500 que perteneció a su padre, el ex intendente Horacio Usandizaga. El segundo, a las pocas horas, con parecida modalidad, marcó la fachada del edificio “Marisol”, de Dorrego al 1600.