Jorge Alberto Espina fue un alto mando de Inteligencia de la Fuerza Aérea en la dictadura, que a partir de 1977 fue uno de los mandos del centro clandestino Virrey Ceballos. Tras estar prófugo cuatro años, la Policía Aeroportuaria finalmente lo encontró y lo detuvo por orden del juez de instrucción Daniel Rafecas, quien lo indagó y lo imputó por crímenes de lesa humanidad cometidos en esa casa de Monserrat. La detención de Espina fue ordenada por Rafecas en 2014 en la investigación por secuestros y torturas de militantes en Virrey Ceballos al 600, una instalación de inteligencia de la Fuerza Aérea. Una parte de la investigación ya culminó y espera el comienzo del juicio oral, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal número 2, en octubre. El juez determinó que Espina estuvo a cargo del centro clandestino de detención que funcionó bajo la órbita de la División “A” del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA) de la que Espina era titular. En el expediente también está corroborado que “al menos dos de sus subordinados” realizaron tareas en ese lugar, postularon fuentes judiciales. El juez lo imputó luego de tomarle declaración indagatoria al considerar que intervino en el secuestro y torturas de al menos seis personas, entre ellas, la periodista Miriam Lewin. Espina se suma así a otros imputados por esos hechos, entre quienes figura el genocida Omar Domingo Rubens Graffigna, ex jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea durante los años de terrorismo de Estado y condenado en septiembre de 2016 a 25 años de cárcel por los crímenes de la Regional de Inteligencia de la Aérea.