• River recuperó rápido la pelota en mitad de cancha y, en no más de tres toques, buscó llegar al área rival. Cuando lo logró, se chocó con lo que es costumbre en Parque Patricios: una buena actuación de Marcos Díaz.
  • Huracán abusó en la búsqueda del contragolpe, una fórmula más que exitosa para Gustavo Alfaro que, ayer, no fue efectiva ya que le costó demasiado hacer llegar la pelota a sus delanteros.
  • A medida que avanzaban los minutos, el partido se fue deteriorando y se situó en el mediocampo. A excepción de un tiro desde lejos de Huracán sobre el final, los equipos no se patearon en la segunda parte.