Dos policías son juzgados desde ayer por los delitos de abuso de autoridad, omisión de actos de oficio y violación de los medios de prueba, por su actuación en el procedimiento posterior al siniestro en el que murieron Facundo Aguirre y Emiliano Cáceres, en febrero de 2014. En la apertura del debate, Fiscalía y querella pidieron penas de uno y un año y medio de prisión, el doble de inhabilitación y multas. Fuera de la sala, el querellante Ignacio Carbone recordó que el caso permitió ajustar los protocolos de toma de muestras para análisis, ya que en ese caso puntual hubo irregularidades con las pruebas de sangre y orina realizadas al conductor del auto, que está sentenciado a 3 años en suspenso. Los acusados por la presunta connivencia con el condenado son el entonces comisario de la seccional 14ª, Fabio Fantín; y la agente Sonia Gómez, madre del principal acusado, sindicada por meterse en la escena del hecho a sacar elementos del auto que conducía su hijo (botellas de cerveza, una mochila, zapatillas y el celular de una de las víctimas), cuando estaba fuera de servicio. Las defensas negaron que se tratara de elementos de prueba.

“El hijo de la señora Gómez conducía el Fiat Uno, y la acusamos por haber concurrido al lugar siendo personal policial y, ostentando el uso de su cargo, haber violado las instrucciones del área restringida y apoderarse de dos botellas de cerveza y la mochila que era de Emiliano”, dijo ayer el fiscal Aníbal Vescovo, frente a los jueces Patricia Bilotta, Gustavo Pérez de Urrechu e Ismael Manfrín. También, le endilgó “haber impedido que pudiera ser material de prueba para la investigación”. En tanto, Fantín “era jefe de la comisaría 14ª y violó su función al disponer la entrega, en dependencias de la comisaría, del teléfono y las zapatillas. La Fiscalía nunca ordenó que se entregaran las cosas a la madre de imputado”, dijo. “La actitud de los dos será demostrada con testimonio de jóvenes y adultos”, anunció el fiscal.

El querellante acusó a la madre de Gómez de “haber abusado de su función de policía, aprovechándose para cometer conductas de una persona que debe responder ante la Justicia. Se abusó y generó complicidad para modificar la escena del hecho. Intentó controlar el procedimiento, dar directivas. Es una persona fría, calculadora y todo el tiempo estuvo hablando por teléfono”. Y agregó que días después se descubrió que todas las pertenencias de sus hijos estaban en poder de la imputada, en su casa. Fue después del reclamo que se les devolvió parte de las cosas a los familiares”.

Fantín quiso hablar. “Como el nuevo sistema tenía 10 días, había confusión de quién se haría cargo del lugar del hecho. Le sugerí al fiscal que el Comando hiciera el acta. Nos abocamos al secuestro de efectos personales dentro del auto. Fue con dos testigos, fiscal, y personal. Se sacaron dos botellas de cerveza y vidrios rotos. El resto no interesa para la causa”, dijo. Si bien se hicieron la prueba de sangre del imputado en el Heca y la de orina en la comisaría, cuando se intentaron hacer los análisis se advirtió que la sangre era insuficiente y aunque hay sospechas, no se pudo encontrar prueba sobre qué sucedió con las muestras biológicas.