Desde Santa Fe.

La Alianza Cambiemos rompió esta semana el interbloque del Frente Progresista en el Senado. El ariete político fue el senador de la UCR, Hugo Rasetto, quien asumió en soledad la defensa de Mauricio Macri ante el repudio de la Cámara por el quite del fondo sojero a la provincia y acusó a sus correligionarios de renegar del macrismo y ventilar la interna en público. “Me resulta extraño que cuando el gobierno nacional más lo necesita, más se esconden”. “La fractura abierta nunca se expone públicamente sino que se discute puertas adentro”, les reprochó a sus colegas de partido. El jefe de su ex bloque, Felipe Michlig le aclaró que “el que gobierna la Argentina es el PRO, no la UCR” y consideró al gobierno de Macri “nefasto”, “contradictorio” y a “contramano del país”. “Algunos dirigentes del radicalismo han adherido a este gobierno, acompañaron, pero muchos ya están desencantados. No tenemos nada que ver con Macri que tiene veinte ministros y sólo uno es de la UCR, pero sin poder de decisión para solucionar algún problema o cuestiones mínimas”. “No somos parte del gobierno de Macri, que le ha dado la espalda a los santafesinos y a Santa Fe”, retrucó Michlig.

La sesión del jueves se recalentó cuando la Cámara rechazó la quita del fondo sojero a la provincia. Antes, la comisión de Labor Parlamentaria había unificado tres minutas que presentaron los senadores Miguel Cappiello (PS), Germán Giacomino (UCR) y Guillermo Cornaglia (PJ), para votar un solo texto “en nombre de los 19 senadores”, dijo el jefe del bloque justicialista, Armando Traferri. Y ahí saltó Rasetto: “No son los 19 senadores, yo no lo firmo”.

-Bien, somos 18 senadores –corrigió el presidente de la Cámara, Rubén Pirola.

Al rato, cuando Michilg propuso votar el proyecto contra la derogación del fondo sojero, Rasetto volvió a aclarar que él retiró su firma. “Me acongoja cuando dicen que todo el arco político rechaza la quita del fondo sojero. Me acongoja pensar en qué lugar estoy porque no fui valorado ni encontrado en ese arco político”, sorprendió. 

En su defensa de Macri, Rasetto bajó el libreto de la Casa Rosada. Dijo que la decisión de coparticipar las retenciones a la soja con las provincias había sido una “facultad discrecional” de CFK y por lo tanto,  Macri “usó la misma facultad” para derogarla. “No es una decisión caprichosa”, sino que obedece a la “situación económica del país”. Pasó por alto, que aquel decreto de Cristina fue ratificado por el Congreso, en 2009, a pesar de que los seis diputados socialistas, entre ellos la intendenta Mónica Fein, y el radical Pedro Morini, hoy ministro de Obras Públicas de la provincia, votaron en contra.

Rasetto negó que la quita del fondo ataque a las provincias. “Un avance contra el federalismo son las retenciones y este gobierno las está reduciendo”. Y cerró con el pase de facturas a sus amigos. “El radicalismo integra la Alianza Cambiemos que gobierna la Nación desde que asumió Macri”, a quien Rasetto llamó “nuestro presidente”.  “Me resulta extraño que cuando el gobierno y el partido más los necesita, los radicales más se esconden”. “Nunca se expone la fractura abierta públicamente, sino que se discuten puertas adentro”, reprochó.

Michlig hizo un esfuerzo. “Lamento que Rasetto nos quiera correr que estamos gobernando. El que gobierna la Argentina es el PRO, no la UCR. Algunos dirigentes del radicalismo han adherido a este gobierno, acompañaron, pero muchos ya están desencantados”.

“No somos parte del gobierno de Macri, que le ha dado la espalda a los santafesinos y a la provincia. “Es tan contradictorio y nefasto el gobierno de Macri que ni siquiera acata un fallo firme de la Corte Suprema de la Nación”, que ordenó reintegrar a Santa Fe más de 50 mil millones de pesos. “Han pasado 33 meses desde que están” en la Casa Rosada y “no hemos podido llegar a un acuerdo un bono a 30 años de plazo, para que podamos financiar obras y tenga una actualización acorde” a la escalada inflacionaria. “Ni siquiera eso pudimos lograr”.

“Queremos a la Argentina” –dijo Michlig- y hoy vemos a un gobierno que va a contramano del país”. “No hay inversiones, se pierden puestos de trabajo, han echado como ratas a cientos de periodistas” y trabajadores. “Sinceramente, no me siento parte del gobierno de Macri que toma decisiones en contra del pueblo argentino y de Santa Fe. Somos radicales por convicción, pero no tenemos nada que ver con Macri porque nunca el radicalismo puede estar en contra de la aspiraciones del pueblo”, cerró.