Desde hace años, los medios dominantes y parte importante de la dirigencia política, incluyendo el sector del peronismo que opera como aliado “ideológico” de Macri, acusan al kirchnerismo de unitario, centralista y poco generoso en la distribución de los recursos públicos a nivel federal. Sin embargo, fue Cristina Fernández de Kirchner, tras la no aprobación de la resolución 125/08, quien, sin tener la obligación de hacerlo (los recursos del comercio exterior son del gobierno federal y no coparticipables por la Constitución Nacional) decidió la distribución automática del 30 por ciento de las retenciones a la soja, a provincias y municipios, creando el Fondo Federal Solidario (FFS). Entre abril de 2009 y el 14 de agosto de 2018 distribuyó 118.149 millones de pesos para financiar la inversión pública subnacional.

En un estudio realizado por la Universidad Nacional de General Sarmiento y el Ministerio del Interior, disponible en el sitio de este último (https://www.mininterior.gov.ar/municipios/pdfs/Estructura%20Recaudacion%20Municipal.pdf), se observa que en 2013 esos recursos explicaron un 15 por ciento de la inversión pública municipal argentina (25 por ciento en NEA y 32 por ciento en NOA), en línea con la media 2009-2016. En 2016, por el ajuste macrista, el FFS fue un piso muy importante, brindando más de la mitad de los recursos para la obra pública municipal en Jujuy, La Rioja y Santa Cruz. El FFS también financió un 15 por ciento de la inversión real directa provincial en Argentina entre 2009 y 2017 (y del 40 por ciento en Buenos Aires, sosteniendo más de un tercio de las obras de Vidal).

Cuando Macri decide eliminar el FFS con un decreto de necesidad y urgencia, honrando los deshonrosos compromisos con el FMI, está privando a 23 provincias, a la Ciudad de Buenos Aires y a más de 2200 gobiernos locales de 8500 millones de pesos en 2018 y 26.500 millones de pesos en 2019, restringiendo el acceso a millones de compatriotas a mejores condiciones de vida en materia de infraestructura social, sanitaria y urbana básica (cloacas, asfalto, agua corriente, control de inundaciones, espacios verdes, salud, educación, seguridad y vivienda).

Esta decisión muestra el profundo desprecio del gobierno de Cambiemos por el federalismo. Quienes ayer eran “defensores de la República” (hoy todos oficialistas) no han alzado sus voces, tampoco los gobernadores afectados (excluidos las provincias de La Pampa y San Luis que ya habían sido suprimidas de la distribución del FFS, desde inicios de 2018, por no suscribir y/o renunciar al “Consenso Fiscal”), ni la mayoría de quienes representan a las provincias en el Senado.

Sería deseable, entonces, que aquellos falsos “federalistas” de antaño, que solían alzarse ante el “centralismo kirchnerista”, y ahora mantienen un silencio sepulcral, tengan algo para decir y hacer (por ejemplo, rechazando el DNU), ante este avance centralizador del gobierno nacional.

* Investigadores-docentes de la Universidad Nacional de General Sarmiento.