“Le tiró a matar”, dijo ayer Sabrina, hermana de Facundo Benítez, el chico de 18 años baleado por una agente del Comando Radioeléctrico, que estaba de civil el lunes pasado, en Chacabuco y Seguí, barrio Tablada. El caso es investigado por el fiscal Adrián Spelta, quien ayer comenzó a tomar las declaraciones testimoniales mientras espera el resultado de peritajes y evalúa si el caso debe pasar a la Unidad de Violencia Institucional, donde se instruyen casos de abusos policiales. Es que la familia del joven y vecinos de la zona del hecho insisten en desmentir la versión policial que apuntó a un intento de robo a mano armada contra la suboficial. “Los vecinos nos dijeron que ella dijo «quedate quieto ahí», y le tiró”, repitió Sabrina, quien exigió que se investiguen las circunstancias del hecho, porque “nadie dio explicaciones”. Facundo pasó la operación de anteanoche y ayer permanecía en estado reservado, tras el disparo en el cuello.

Antes de recibir el disparo, la hermana de la víctima contó que el joven le dijo a su madre que saldría a comprar cigarrillos, mientras la mujer preparaba milanesas. Facundo vive con su madre, con su pareja y su pequeño hijo de un año y medio. “Le golpearon la puerta a mi mamá y le dijeron que mi hermano estaba tirado a la vuelta”, relató Sabrina.

El lunes, apenas sucedió el hecho, la versión policial dio cuenta de que se había tratado de un hecho de tentativa de robo y que Facundo estaba armado, pero la familia y vecinos lo negaron y aseguraron que el chico “no tiene antecedentes”. Gastón, primo de la víctima, sumó que Facundo tenía un teléfono celular encima que era de su prima y que hasta tienen los papeles de la compra.

Luego del trascendido policial, la Multisectorial contra la Violencia Institucional sacó un comunicado urgente con la versión de los vecinos, para desmentir la acusación inicial. Fue horas antes de la marcha contra el gatillo fácil, que encabezaron anteayer y a pocas cuadras de donde fue asesinado Jonatan Herrera, en 2015, mientras lavaba su auto, según recordó su hermana, Julieta.

“Queremos denunciar que apenas ocurrido el hecho un patrullero se acercó al lugar y se llevó a la agente policial implicada en los hechos. No asistieron a Facundo ni pidieron intervención médica, siendo que la vida del joven corría serio riesgo. Los vecinos debieron llamar a la ambulancia”, detallaron en el parte que titularon “urgente”. En el mismo sentido, advirtieron la “extrema gravedad” de que el disparo ocurriera a horas de la marcha nacional contra los hechos de abuso policial y reclamaron que se tomen las medidas recomendadas en estos casos para que el caso “no quede impune”.

Según se indicó sobre las circunstancias del hecho, el disparo de Jésica R. le dio de lleno en el cuello al joven, que primero estuvo en el Hospital de Emergencia Clemente Alvarez (Heca) y luego fue derivado a un sanatorio privado, ya que tiene obra social de parte de su padre, que trabaja en un asilo de ancianos del estado provincial, según indicó Sabrina. “Por lo que a nosotros nos llega, dicen que se los vio discutiendo y ella estaba vestida de civil, hay gente que los vio, pero nosotros no sabemos nada y nos enteramos de que ella no anda en cosas limpias, sino que tiene problemas con los pibes; ella le tiró a matar a mi hermano”.

El joven sigue en estado reservado y se espera una evolución luego de la operación realizada anteanoche. “Lo único que queremos es que esta mujer aparezca y se haga cargo de lo que le hizo a mi hermano”, reclamó.

En tanto, desde Fiscalía indicaron que ayer comenzó la toma de testimoniales y que todo el material balístico se envió a peritar. En tanto, se evalúan los pasos a seguir sobre la situación de la mujer policía.