Un abogado local, ligado al Arzobispado y ex funcionario de Cambiemos en Funes, denunció penalmente al concejal Juan Monteverde, de Ciudad Futura, por presunta instigación al delito. La presentación fue hecha luego de las declaraciones del edil en la sesión del jueves pasado en plena sesión, cuando manifestó que por la situación económica la gente iba a ir "con bidones de nafta a incendiar" el Palacio Vasallo y que él iba a estar de ese lado. La denuncia –que se radicó el viernes por la tarde en el Centro Territorial de Denuncias del Centro Municipal Distrito Centro- afirma que se violó la ley de defensa de la democracia e incurrió en la instigación del delito. Se trata de Guillermo Pablo Grisolía, ex asesor de la UCEDE en 2004, ex subsecretario de Gobierno en Funes (gestión de Cambiemos) y representante Jurídico del Arzobispado de Rosario. También un ferviente militante antiabortista, y directivo de la Mutual Cristiana de Ayuda Familiar, lugar donde compartía espacio con represores como Carlos Sfulcini, alias Carlitos Bianchi condenado por delitos de lesa humanidad.

El denunciante adjuntó una nota periodística con las declaraciones textuales del concejal de Ciudad Futura en el recinto del Concejo, donde primero increpó al bloque de Cambiemos y luego llamó "rata" a Rodrigo López Molina, cuando el edil del Pro decidió levantarse de su banca y abandonar el recinto, mientras Monteverde le pedía que diera la cara frente a la gente que a estaba pasando mal cuando Roy juagaba con su teléfono. En ese instante también le recriminó que “solo con los zapatos que tenían puesto, vivirían tres familias”.

En su exposición, el edil de Ciudad Futura les reprochó a sus pares que no podian estar dándole la espalda a la realdiad y que de seguir así la sociedad tomaría nota. “Cuando la gente venga a quemar todo ( en referencia al Palacio Vasallo) yo voy a estar de ese lado” confesó.

En sendas entrevistas el día después de la polémica, Monteverde aseguró que no iba retractarse, que había utilizado esa frase como una metáfora, mientras el presidente del Concejo Alejandro Rosselló apuntaba que con su actitud “ había incitado a la violencia”.

Parece que un hombre ideológicamente cercano, lo escuchó porque el mismo viernes, Grisolía fue a Fiscalía y lo acusó por haber violado al menos cinco artículos del Código Penal:

Por el articulo 209 que pena al que “públicamente instigare a cometer un delito determinado contra una persona o institución, será reprimido, por la sola instigación, con prisión de dos a seis años, según la gravedad del delito”.

Por el artículo 211, que preve “reprimir con prisión de dos a seis años, el que, para infundir un temor público o suscitar tumultos o desórdenes, hiciere señales, diere voces de alarma, amenazare con la comisión de un delito de peligro común, o empleare otros medios materiales normalmente idóneos para producir tales efectos”.

Por el artículo 212 que reprime “con prisión de tres a seis años el que públicamente incitare a la violencia colectiva contra grupos de personas o instituciones, por la sola incitación”.

Por el artículo 213 que reprime “ con prisión de un mes a un año, el que hiciere públicamente y por cualquier medio la apología de un delito o de un condenado por delito”.

Y por el artículo 213 bis que sanciona “con reclusión o prisión de tres a ocho años el que organizare o tomare parte en agrupaciones permanentes o transitorias que, sin estar comprendidas en el artículo 210 de este código, tuvieren por objeto principal o accesorios imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor, por el solo hecho de ser miembro de la asociación”.

No es la primer vez que Grisolia deja asentada denuncias polémicas:

En octubre de Octubre de 2008 fue a la justicia indignado por una muestra de arte donde se veina a Supermana besándose con un Cristo.

"Esto es una provocación innecesaria a los principios rectores del catolicismo. Si se hubiera colgado una estrella de David, hasta el gobernador hubiera salido a hacer declaraciones públicas. Le solicité por carta documento al (entonces) intendente (Miguel Lifschitz) que tenga a bien ordenar el retiro inmediato de la obra y que me exima de acudir a la vía judicial". Así se escandalizaba este católico practicante, quien reaccionó tras ver la obra "La historia de amor más grande, más bella y más heroica de todos los tiempos", que se exhibía en el Museo Castagnino. Se trataba de un fotomontaje del artista plástico rosarino Mauro Guzmán en el que se ve a Superman besando en la boca a Cristo (personificado por el propio artista).

El pedido de Grisolía entonces había sido la tercera polémica por entonces en la ciudad, ya que previamente otras voces se habían alzado para pedir que se retiraran obras de los artistas Mónica Castagnotto y León Ferrari.

Pero el mayor torbellino Grisolia lo provocó en Mayo de 2017, cuando siendo subsecretario de Gobierno de Funes denunció que algún “pícaro” ligado al gobierno provincial “liberaba zonas” para incrementar los delitos en esa ciudad.