¡Hola!”, dice una figura larga de huesos gráciles y peluca rubia. Ella es Pabllo Vittar, una de las artistas más importantes de Brasil, quien vino de visita a la Argentina para cantar en el show de Lali Espósito en el Luna Park. “La conocí por sus trabajos como actriz, y también quedé maravillada cuando la escuché cantar”, suma Pabllo sobre Lali, con quien colabora en Caliente, uno de los temas de Brava, el último disco de la estrella argentina. Pabllo no sabía mucho de nuestro país. Aún así, en la puerta del Hotel Madero, un tropel de fanáticos espera conocerla, tomarse una foto con ella, besarla y decirle qué tan importante es en sus vidas.

Trabajé mucho para llegar hasta acá”, sostiene Pabllo visiblemente emocionada. Por estos días de trajín global –en su cuenta de Instagram @pabllovittar se la puede ver de acá para allá y de allá para acá– está preparando su opus dos, sucesor de Vai Passar Mal, un discazo pop con hits de la talla de Então Vai (con producción de Diplo), Corpo Sensual o K.O. Y, por caso, cuando no está desarrollando su faceta artística, se la pasa jugando a los videojuegos. ¿Su favorito? El Beyond: Two Souls para PlayStation 4. “Es muy real”, destaca. Además mira películas, series y lee historietas. “Ahora estoy leyendo Camelot 3000, en la que el mundo se está acabando y encuentran la tumba del Rey Arturo.”

Entre las canciones que más disfruta de su primer disco está Tara, que curiosamente no tiene videoclip oficial. “A todas las canciones les pusimos mucho amor”, explica. A propósito, el universo audiovisual no le es indiferente porque esta artista brasilera ganó notoriedad gracias a sus colaboraciones con Major Lazer en Sua Cara (feat. Anitta, otra de las bombas de Brasil), Lucas Lucco en Paraíso, Charlie XCX en I Got It y en el mencionado Então Vai, con chape incluido al mismísimo Diplo.

¿Besa bien?

--Sí, tengo saudade de él.

¿Por qué?

--Porque es mi papito.

Su último videoclip, Problema Seu, tiene casi 20 millones de reproducciones en apenas una quincena y bebe del mismo elixir que Britney Spears pero se apoya en hipervínculos poperos como Kim Possible y Sr. y Sra. Smith. “Me inspiré en Kitana de Mortal Kombat”, apunta. A las claras, Pabllo Vittar entroniza algunos de los mejores ideales millennials: variedad de géneros, sexualidad posmoderna, referencias elegantes a la cultura pop y una diversidad colaborativa digna de una artista total.

Como tantos jóvenes talentos, comenzó participando en concursos de televisión: “Estoy muy agradecida a ese momento y son los que me hicieron llegar hasta donde llegué”. No obstante, la más popular entre sus participaciones mediáticas, la que logró ser viral, la que no es precisamente bajo las luces de un estudio o un plató de tevé, es en la que canta I Have Nothing de Whitney Houston en la intimidad de su casa. Y, con aquel video filmado en vertical con la cámara de su celular, algo pasó. “Mucha gente me conoció a través de ese video. Le pedí a un amigo que me grabara y lo subiera. Yo estaba en la facultad y, cuando volví, ya tenía muchísimas reproducciones.”

Cuando era más chica, Pabllo era bastante más reservada. No hablaba tanto ni llamaba la atención. Ahora, muchas veces, aún montada en tacos, peluca y un look de drag que le pasaría el trapo a cualquiera de las competidoras de RuPaul’s Drag Race, se identifica con esa parte de su historia. “Mi relación con la comunidad LGTB es muy buena. Allá en Brasil la comunidad tiene muchos problemas. Lamentablemente, en estos años perdí muchos amigos y eso me pone muy triste. Pero al mismo tiempo, me da mucha fuerza y energía para seguir mostrándome y haciendo cosas.” Por escándalo, Pabllo Vittar es de las artistas que más popularidad han ganado en el último tiempo dentro de su país y en todo el mundo; así que, por eso, se ha convertido en voz autorizada para la comunidad LGTBIQ.

Me gustaría mucho tener una colaboración con Rihanna, aunque ahora ella está ocupada con ropa interior y maquillajes”, comenta. A propósito, Pabllo pasa muchas horas en internet. Exprime su tiempo mirando constantemente referencias de maquillajes. “Paso hoooras viendo gente haciendo tutoriales”, subraya. Gastaba mucho dinero en make up pero, gracias a su status de súper estrella global, las mejores marcas le envían a diario todos sus productos. “Antes les robaba a mis hermanas los maquillajes, que eran baratos y de mala calidad”, expone la artista, visibilizando una luz de intimidad familiar. En rigor, volviendo a la música, Pabllo espera ansiosa la llegada del nuevo álbum de Rihanna y, asimismo, le gustaría meter una participación con Rosalía.

Su máxima inspiración es su madre, que la crió sola y sin padre: “Ella siempre me apoyó, siendo yo alguien diferente a los demás”. Cuando mira al futuro, sólo tiene un objetivo: sueña con seguir viviendo de la música para siempre. No obstante, yendo al comienzo de esta historia, su nombre artístico también tiene que ver con la intimidad, con su círculo más, más privado. “Vittar” es el nombre de una amiga drag. Por ella, la joven Phabullo Rodrigues da Silva Araujo se llama “Vittar”. “Quería que mi nombre tuviera dos L y dos T, por eso me puse Pabllo Vittar”, dice la artista que tiene entre sus drags favoritas a Naomi Smalls, April Carrión, Violet Chachki y Adore Delano. “De hecho, hasta soy amiga de Adore Delano.”

¿Te gustaría participar de RuPaul’s Drag Race?

--Solo como special guest, no como competidora. Es que sería mucho para mí, porque yo sé hacer muchas cosas... ¡pero no sé coser!