Mientras la música dance argentina atraviesa uno de los momentos más áridos de su galopante historia, Gin Tronic se convirtió en los últimos años en uno de los titanes de las fiestas locales. Y fue a partir de un house que toma prestado del space disco, pero ataviado por una bajada de línea estética y discursiva que denota el chiquitaje del dólar a 40 al levantar la cabeza hacia la inmensidad de ese cosmos generoso que nos contiene, como si el quinteto fuera una suerte de Fabio Zerpa 3.0. “Para que tengas una idea de lo importante que es para nosotros la ciencia ficción, estamos arreglando para ver toda la saga de Alien juntos, y pensamos organizar una fiesta para fin de año en el Uritorco”, advierte Lucas Rañi, bajista del grupo craneado en 2011. A lo que Tomás Guido, tecladista y productor de este delicioso cóctel electrónico, aporta: “Si bien no somos fundamentalista de un estilo en particular, nos gusta y nos influye el house. Algo que tal vez se produce con muy pocos sonidos en un estudio, a nosotros nos divierte y nos hace viajar”.

Aunque posiblemente lo más loable de Gin Tronic sea haber conseguido sintetizar su concepto en un formato grupal. “Nos encontramos con el desafío de pasar de la pantalla de una computadora a toda una instrumentación. A partir de ahí, la propuesta evolucionó y las canciones fueron encaradas pensando directamente en las partes y en los integrantes”, describe Alejandro Zoras, a cargo también de los sintetizadores. “Seguimos trabajando de la misma manera pero conscientes de que somos una banda”, dicen sobre esta agrupación que surgió como consecuencia del entrelazado de varios proyectos. “Lo que tenemos en común es que nos gusta un montón disfrutar y bailar. Desde ese lugar, hay paz y armonía”, explica Rañi. No obstante, Zoras retoma la palabra: “Ellos empezaron a producir sus canciones, vinieron a mi estudio y ahí se empezó a gestar el formato. Al presentar temas propios, el desafío era cómo hacerlos.”

Al igual que en lo musical, en la poética la situación está más o menos resuelta. “No soy una persona que tenga una carrera muy larga haciendo canciones o componiendo letras. Mi acercamiento a eso fue desde lo rítmico y de tratar de encontrar la poesía en la sonoridad y no en lo que se dice”, reflexiona Merlina Rañi, vocalista de Gin Tronic y curadora de artes visuales. “Prefiero que sea un lenguaje no verbal, porque me parece que limita.” Sin embargo, lejos está el recurso de asemejarse a las intenciones onomatopéyicas de Juana Molina o al inglés de mierda de Roberto Quenedi, el personaje de Peter Capusotto. “Se parece más a la poesía dadaísta”, se atreve la asimismo thereminista. “Hay cosas en la armonía y en la voz que pueden influir en la manera, en el ritmo. No es tan acelerado como se pide hoy, tal vez. El groove es algo que no se piensa mucho. Uno está tratando de sentir más para hacerlo mejor, disfrutando más el momento. La ciencia ficción te enseña eso: disfrutá el ahora porque mañana quizá no esté tan bueno.”

Merlina afirma que la incorporación de la ciencia ficción a la propuesta del grupo permite ver desde otra perspectiva la realidad que se vive. Aunque hoy ganó el lado distópico. “Hay una cuestión política detrás”, manifiesta la cantante. Igual, pone distancia: “Pero no es nuestro caso, porque queremos generar un buen momento”. Lo que quedó de manifiesto no sólo en sus shows en vivo, sino también en su nueva producción, Boruki. “Es un EP que estamos por lanzar en un mes”, despeja Lucas. “Boruki es un planeta al que la tripulación llegó buscando a Vulkova, que es una aparición. Posee amaneceres y atardeceres intercalados cada hora. Un recital nuestro ahí tiene un día, una tarde y una noche. Y gira muy rápido.” Esto continúa la historia que Gin Tronic empezó a graficar con sus dos álbumes: Phi (2015) y Su.Sy (2016). “Phi es un lugar inhabitable para las condiciones humanas, sobre el que se hace un estudio. La nave colapsa y la tripulación que participa se deshumaniza por su lejanía para con la Tierra”, relata el bajista. “Mientras que Su.Sy es el nombre de la nave, y relata el viaje.”

* Gin Tronic será uno de los artistas nacionales del décimo aniversario (y además despedida) de la fiesta Undertones, este viernes 7 desde las 21:30 en Niceto Club, Niceto Vega 5510.