A pesar de que los diputados esperaban que el propio ministro defendiera la iniciativa oficial, Nicolás Dujovne envió a sus secretarios a la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, quienes se limitaron a repetir los datos que ya se conocían desde la primera presentación del equipo económico. Poco después de que el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, hiciera una pequeña introducción, la diputada Graciela Camaño tomó la palabra para denunciar que era “una falta de respeto” que no fuera Dujovne quien ofreciera los detalles del Presupuesto 2019. 

Camaño destacó que había concurrido a la comisión con la intención de escuchar a la persona “más importante en la ejecución del Presupuesto”, en alusión a Dujovne, y se preguntó por qué el ministro no fijó en su agenda “esta reunión como prioritaria”, teniendo en cuenta que de “esta presentación dependen muchas cosas”. “Este no es un presupuesto cualquiera, es un presupuesto que está convocando a un enorme sacrificio a los argentinos. Tratémonos con respeto”, reclamó la legisladora del Frente Renovador. 

Más adelante advirtió que no quería que en ese ámbito se repasaran planillas, cuyos datos que ya se conocen. “Necesito que me vengan a explicar el Presupuesto porque resulta poco sustanciado desde el punto de vista financiero, económico, administrativo y constitucional”, destacó Camaño, al insistir en que el ministro les faltó el respeto a "todos los diputados”. “Que el ministro se presente, tenía una cita. No somos chicos y esto no es un jardín de infantes”, denunció.

El jefe del bloque de Cambiemos, Mario Negri, por su parte, salió en defensa del funcionario ausente, y acusó a los diputados presentes de haber declarado "una intifada por media hora de organización”, en referencia al retraso del ministro Dujovne, quien arribó 25 minutos después de lo acordado. "Se desató una tormenta peor de la que dice el presidente Mauricio Macri", agregó el legislador radical. "Esta que hicieron ustedes por dos minutos es peor", concluyó. 

Dujovne, por su parte, dijo que "no puedo adelantar el resultado de la negociación con el FMI. Lo que sí quiero decir es que la Argentina no está embarcada en ninguna negociación de ningún esquema cambiario. No hay ningún cambio en el esquema monetario". "Argentina no planea ningún megacanje, ninguna reestructuración de su deuda, y venimos al Congreso a traer una propuesta que le permite a la Argentina ahorrar dinero y mejorar el perfil de su endeudamiento”, arengó el funcionario responsable de la negociación con el Fondo Monetario Internacional.

Cabe recordar que el Gobierno proyecta una reducción nominal de 7 puntos en las partidas de obras públicas, da por caído los PPP, echará mano a los fondos del FGS para pagar a jubilados, avanzará con privatizaciones y seguirá aumentando las tarifas. La oposición denunció antes de que comenzara el debate que la iniciativa oficial responde a las disposiciones del FMI y advirtió que se trata de "un Presupuesto de ajuste". 

Ayer se confirmó también que el proyecto enviado por el Ejecutivo extiende el pago de Ganancias personales (cuarta categoría) a todos los conceptos hasta ahora exentos. Cambiemos había prometido durante la campaña que ningún trabajador pagaría Ganancias. Sin embargo, el texto que defenderá Dujovne establece que paguen el gravamen todos los conceptos hasta ahora exentos del ingreso de trabajadores y jubilados y pensionados alcanzados. El plus de recaudación por los cambios en Ganancias, que incluye gravar a mutuales y cooperativas, sería de 25.000 millones de pesos, pero dejará de cobrar casi 14.000 millones por mantener la exención al Poder Judicial y la promoción a la actividad minera. 

Según resaltó el propio ministro, la economía argentina cerraría este año con una caída del 2,4 por ciento, mientras que en 2019 la contracción sería del 0,5 por ciento. La inflación acumulada en diciembre marcaría 42 por ciento y para el mismo mes del próximo año quedaría en 23 por ciento. 

Para el Gobierno, la votación del Presupuesto es una instancia decisiva para enviar una “señal a los mercados” y así volver a atraer los capitales especulativos que le permitieron financiar el déficit externo durante 2016 y 2017.