Desde Santa Fe 

Carlos Rosenkrantz no quiso debutar como presidente de la Corte Suprema de la Nación con un escrache. A las seis de la tarde tenía previsto cerrar la primera jornada del Congreso de Derecho Argentino en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL, pero ni se asomó al Patio de la Reforma, donde era el acto. Una hora antes, suspendió su clase magistral y se fue de la Universidad porque –afuera– los organismos de derechos humanos y el Foro contra la Impunidad y por la Justicia repudiaron su fallo del 2x1. “Señores jueces: nunca más. Ningún genocida impune”, fue uno de los carteles que lo esperaba. Ya en junio de 2017 le había pasado lo mismo a la jueza Elena Higthon de Nolasco por el mismo voto al 2x1 y ella abrió el camino: huyó. Ayer siguió Rosenkrantz. Pero la protesta quedó en pausa. Porque hoy, a la misma hora, el encargado de cerrar el Congreso será Horacio Rosatti, el magistrado del tercer voto que formó mayoría para recortar a la mitad las condenas por los crímenes del terrorismo de estado y desató movilizaciones en todo el país obligando al Congreso a prohibir el cómputo privilegiado de penas por delitos de lesa humanidad.

La manifestación contra Rosenkrantz se desarrolló en forma pacífica por más de dos horas. Los carteles, los pañuelos blancos y las consignas se levantaron en la vereda de la facultad. La puerta estaba abierta, pero los manifestantes en ningún momento interfirieron el acto académico que se realizó en el Patio de la Reforma, al aire libre. Se podía caminar de un espacio al otro sin dificultades, y entre el ir y venir de estudiantes, los oradores ni siquiera escuchaban los cánticos de la calle.

El presidente electo de la Corte se fue sin enterarse del otro cartel que le dedicaron en la calle: “La UNL repudió su fallo del 2x1. Rosenkrantz nunca más. Ningún genocida impune”. Un militante del Foro contra la Impunidad y docente universitario planteó esa contradicción. “Es una vergüenza que esta Universidad, donde el Consejo Superior votó por unanimidad su repudio a este fallo, ahora la Facultad de Derecho convoque a estos jueces” para cerrar un Congreso de Derecho Argentino. “Es vergonzoso”, protestó Hugo Kofman.

Pasada las seis de la tarde, la abogada de Hijos, Lucila Puyol anunció que Rosenkrantz había cancelado su conferencia. “Nos informaron que se fue, que suspendió la charla y se volvió a Buenos Aires”. En frente, lo escuchaban Otilia Acuña, infaltable madre de Plaza de Mayo, con la foto de su hija Nilda Elías de Silva, colgada en el pecho y la esposa y la hija de Alberto Corazza, un abogado desaparecido en 1977. Otilia insistió con lo que dice en cada acto: “La única lucha que se pierde es la que se abandona”. 

Kofman reveló que hoy, en la segunda jornada del Congreso, la conferencia de cierre estará a cargo de Rosatti que votó el fallo del 2x1 junto con Rosenkrantz y Highton de Nolasco.

“Que Rosatti renuncie a la maestría de derechos humanos”, planteó el abogado Guillermo Munné y otros manifestantes coincidieron. Kofman convocó a extender el repudio a Rosatti y la propuesta se votó a mano alzada. 

El volante que se repartía en la puerta es una carta del Foro a los estudiantes de la facultad que dice quién es Rosenkrantz y sus vínculos con el poder. “Es un personero clave en el deterioro creciente de la separación de poderes y el quebrantamiento del estado de derecho en el país, lo cual vulnera condiciones esenciales de la  democracia”, sostiene el escrito y asegura que “paso a paso se configura un Poder Judicial manipulado” por el gobierno de Mauricio Macri para “perseguir y encarcelar referentes sociales, dirigentes políticos opositores y dueños de medios de comunicación que no reproducen el mensaje oficialista. Y que al mismo tiempo tiene que ser absolutamente impermeable a los justos reclamos populares y ciego ante los hechos de corrupción y otros delitos que ocurren en las esferas del poder”, dice la carta.