Cuesta creerlo. En el país pionero en la ampliación de derechos para el colectivo LGBTTI, una escuela pública secundaria bonaerense promueve y organiza en su fiesta del Día del Estudiante “la elección del mariposón”, un concurso donde alumnos varones heterosexuales se burlan de la diversidad sexual disfrazándose de un grotesco que es el estereotipo de una chica travesti. Desfilan, exageran en sus modos, mueven sus caderas de un lado al otro, enrulan sus pelucas de plástico desteñidas y caminan con zapatos de taco alto que les aprietan los pies. Esto sucede desde hace más de veinte años, cada 21 de septiembre, en la Escuela Normal Superior de Arrecifes, provincia de Buenos Aires, con el aval de sus directivos y las autoridades educativas de la región, que celebran el festejo y rechazan las críticas de organizaciones de mujeres como Las Negras, que vienen reclamando hace tiempo que el concurso se elimine de la celebración. La fiesta se extiende desde la mañana y participan colegios del distrito: durante el día compiten bailando en un certamen de coreografías. Por la noche, la jornada se cierra con la fiesta del mariposón y también se elige una reina de los estudiantes. Desde Las Negras reclaman que se eliminen ambos concursos.

“Atrasa ese concurso. Es la burla llevada al máximo extremo. El mariposón no imita a una mujer, sino al puto, trolo, carola y afeminado de la clase”, dice Matías Goyoaga. Lo sufrió en carne propia. Cada año, a él que todavía no había salido del closet, sus compañeros lo incitaban a ser el representante del curso en el concurso, porque así tendrían asegurado el triunfo, le decían. “¿Es tan necesario seguir celebrando la elección del mariposón del año, en un mundo donde ya los homosexuales somos perseguidos, hostigados y ridiculizados?”, se pregunta Goyoaga. Ahora tiene 29 años y vive en Buenos Aires. Se fue de Arrecifes aunque sigue vinculado laboralmente con la ciudad. En 2014 publicó su novela Y por qué no…, que gira en torno de lo que significa crecer en un pueblo siendo parte de una minoría. “El pibe que es gay o está en proceso de aceptación lo pasa muy mal. No tenés opción de no ir a la fiesta del mariposón porque si no, quedás más expuesto. No puedo entender que sea la escuela pública el ámbito desde el cual se promueva”, señaló Goyoaga en diálogo con PáginaI12. Se graduó en marketing y ahora está estudiando psicología. 

En la ciudad que se arroga ser cuna del automovilismo, con Marcos Di Palma como prócer, no es fácil deconstruir el machismo. La resistencia es tal, que concejales de Cambiemos –que gobierna el municipio– les pidieron esta semana a integrantes del colectivo Las Negras que no siguieran pidiendo que se eliminen los concursos del mariposón y las reinas de belleza “porque a la gente les gustan”. Para defender el certamen del mariposón, el único argumento es “nadie obliga a los chicos a presentarse, es una tradición y es divertida”. El colectivo feminista, aclara, seguirá insistiendo con que sean reemplazados por otro tipo de competencia, que destaque valores artísticos, deportivos o culturales, como ya han hecho otros municipios en el país (ver aparte). 

El concejal de Unidad Ciudadana Martín Tamassi presentó un proyecto de ordenanza en ese sentido, a partir del planteo de Las Negras. Pero la mayoría oficialista en el cuerpo legislativo local no tiene ninguna intención de darle tratamiento. “Siempre encontramos del lado de Cambiemos que apelan a que es una tradición. Es muy difícil que prospere este proyecto en una sociedad como la de Arrecifes”, dice a este diario Tamassi. La inspectora escolar regional, Martha Ramírez, es una de las más acérrimas defensoras del desfile del mariposón. PáginaI12 intentó consultarla infructuosamente. En agosto, desde el movimiento de mujeres local le enviaron una carta pidiéndole que ordenara la eliminación de ambos certámenes en la fiesta del estudiante. “Mientras la comunidad LGBTIQ lucha por un derecho fundamental como el acceso al trabajo y en contra de la homolesbobitransfobia y los crímenes de odio: ¿puede seguir pareciendo gracioso ‘El Mariposón’? ¿Bajo qué sustento normativo se continúan estas prácticas? ¿Puede la institución escuela reproducir formas de violencia de género y de discriminación por orientación sexual? ¿Es un acto pedagógico la fiesta del estudiante? Sí, definitivamente. ¿Se ajusta a las normativas legales vigentes?”, decía la carta y respondía con un rotundo “no”. En la nota, advierten que los concursos de belleza y del mariposón son contrarios a la Ley de Educación Sexual Integral, entre otras normativas vigentes. No recibieron respuesta. La fiesta, con los dos concursos, se hizo “como es tradición” el viernes de la semana pasada. 

A lo largo del año, en Arrecifes se realizan cuatro concursos de elección de reinas de belleza, en distintas fiestas populares. El próximo será en pocos días, en octubre, en la fiesta del automovilismo. En la del año pasado, el mismo intendente de Cambiemos, Jorge Olaeta, coronó a la ganadora.