River se toma muy en serio sus compromisos internacionales y sigue adelante en su anhelo de alcanzar la Copa Libertadores. El equipo dejó afuera a Independiente, y ya se instaló entre los mejores cuatro de América. Los de Marcelo Gallardo se medirán en semifinales frente al vencedor de la llave que se definía anoche en el Arena do Porto, al cierre de esta edición, entre Atlético Tucumán y Gremio, el campeón vigente que se había impuesto en la ida en la cancha del Decano por 2-0.

El envión que le provocó a River haber ganado el Superclásico tuvo continuidad en los primeros instantes del encuentro ante Independiente. El equipo salió decidido a atacar a su rival con una propuesta muy ofensiva. Gallardo decidió ubicar a tres delanteros y dejar al colombiano Quintero entre los suplentes. Para sostener esa postura, el local presionó sobre la salida de Independiente, ubicando muchos jugadores en campo adversario.

Ponzio y Fernández eran los que se encargaban de la recuperación de la pelota, y buscaban rápido a los delanteros para llegar cerca del área de Campaña. La primera opción de peligro llegó a través de Scocco, que remató de media vuelta pero su tiro salió muy débil. La segunda chance para River fue a través de Pratto, y su derechazo fue atrapado por el arquero.

El problema de Independiente era que no podía controlar la pelota y eso provocaba que siempre tuviera que estar retrocediendo para detener los avances de River. Los generadores de juego en el conjunto de Avellaneda, Meza y Hernández, estaban desconectados del resto y el equipo sentía esa falta de juego.

El desgaste que había hecho el local al principio fue perdiendo intensidad con el correr del tiempo, y recién a los 30 minutos Independiente empezó a salir del acoso de su rival. Más allá de que no generó posibilidades claras, pudo trasladar el desarrollo más cerca del área de Armani. En ese lapso ocurrió una jugada en la que Pinola rechaza la pelota y luego le comete infracción a Benítez dentro del área. Sin embargo, el árbitro no sancionó nada tras consultar a los asistentes del VAR.

La segunda parte comenzó a puro vértigo, y River en un contraataque se encontró con el gol a través de Scocco. El delantero definió con un toque de derecha ante la salida del arquero, cuando apenas iban dos minutos. Independiente reaccionó rápido y Silvio Romero tuvo una gran chance para empatar, pero remató por arriba.

El ingreso de Gigliotti le dio más profundidad en el ataque al visitante, y precisamente en una jugada del ex Boca nació el empate. Gigliotti encaró en diagonal hacia la derecha, dejó atrás a Pinola y, luego de rematar al arco, Armani ofreció un rebote que fue aprovechado por Romero para convertir.

River necesitaba el segundo gol para lograr la clasificación, y la desesperación comenzó a llegar en el equipo local. Con el ingreso de Quintero tuvo mejor manejo de la pelota y justamente en una acción individual del colombiano le permitió llegar al gol deseado. El volante definió de zurda al lado del palo, para dejar sin reacción a Campaña. El broche de oro llegó con la gran resolución de Borré para desatar la fiesta en el Monumental.